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La violencia de género es la pandemia actual que vivimos en cada rincón de este mundo, no discrimina raza, cultura, situación económica, nivel educativo, ni familiar, siendo las voces de las mujeres un factor trascendental en la lucha de todas las naciones para hacer frente a este problema, muchas veces, invisible para la sociedad. Con el objetivo de analizar la violencia de género desde la narrativa de un colectivo de mujeres que han sufrido maltrato en una provincia de Ecuador se realizó un estudio cualitativo a través de narrativas. La muestra estuvo constituida por 30 mujeres que acuden por demanda espontánea a la Unidad Judicial de víctimas de Violencia Intrafamiliar de una provincia del Ecuador. Para recolectar los datos se utilizó una entrevista de elaboración propia y validada por expertos. Para el procesamiento de la información, se realizó la transcripción de las narrativas al programa word, las mismas que fueron configuradas en formato de texto enriquecido (rtf) conforme al programa estadístico AQUAD 6. Entre los resultados se observó que la violencia se presentó desde el inicio de la relación (38,46%) y que predomina la violencia psicológica (45,82%) seguida del maltrato físico (43,82%) siendo la violencia de manera diaria en un 56,67% de frecuencia en los relatos. El 31,43% relata que tiene sentimientos de culpa y de merecimiento del maltrato. Los frenos a la denuncia en una mayor frecuencia se refiere a la vergüenza ante la familia y el entorno social (48%); la denuncia se debe a acumulación de maltrato (44,83%) pidiendo ayuda a familiares y vecinos (25,26%), corte de justicia (20%), servicios sociales y de salud (18,95%). Un 81% de las narrativas expresan que la mujer se siente liberada, tranquila y segura tras la denuncia y un 17% angustiadas e inseguras. Un 48,57% de las voces enuncian que la mujer se siente fuera del círculo de la violencia, un 20% pesa a la denuncia permanece aún en el círculo de la pesadilla. En relación a la ayuda recibida se centra en psicológica y legal en el mejor de los casos. Un 36% de narrativas consideran que el maltrato les ha dejado una huella negativa y el resto de narrativas confirman que lo han superado. Al hablar de las perspectivas de futuro el 48,31% de las narrativas señalan que se siente apoyada, pero dejando una marca negativa (35,82%). Un 40% ve su futuro incierto, el miedo no la ha abandonado y le faltan fuerzas para superarlo. El 60% restante se siente optimista, fuera de la violencia, puede ocuparse de sus hijos, ha conseguido trabajo y algunas una nueva relación. Se concluye que las mujeres del presente estudio experimentan la violencia como una forma de vida que las acompaña los 365 días del año, lo cual refleja el amor idealizado hacia la pareja y sobre todo la falta de atención ante los episodios de violencia. Se debe articular el apoyo personal, familiar, educativo, interinstitucional y social para erradicar la violencia de género y así romper la cultura patriarcal en la cual vivimos. |