Detección, tratamiento y pronóstico de los pacientes alcohólicos a través de la Interconsulta de un Hospital General
Autor: | Monras Arnau, Miquel |
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Jazyk: | španělština |
Rok vydání: | 2006 |
Předmět: | |
Zdroj: | TDX (Tesis Doctorals en Xarxa). |
Druh dokumentu: | Doctoral Thesis |
Popis: | El número de interconsultas (IC) en el Hospital Clínico de Barcelona debido al consumo de alcohol representa un 0,5% del total de ingresos hospitalarios durante el periodo de tiempo estudiado y teniendo en cuenta todas las salas que ingresan adultos. Esta detección está claramente por debajo de 15 al 35% que indican los estudios existentes y confirma la gran infradetección existente del consumo abusivo de alcohol en los hospitales generales.Existen grandes diferencias entre las distintas Salas: Psiquiatría y Hepatología solicitan IC de más de un 2% de sus ingresos, mientras que otras Salas no llegan al 0,1%, a pesar de que existen evidencias que avalan la existencia de muchos pacientes con consumo abusivo de alcohol en Salas como por ejemplo Otorrinolaringología.Las diferencias en la detección no lo son tanto por el tipo de enfermos o enfermedades, como por la distinta sensibilidad de los equipos médicos frente al alcoholismo.Los pacientes de éste estudio tienen mayor edad, más psicopatología y mayor frecuencia de deterioro neuropsicológico que pacientes sociodemográficamente similares pero tratados ambulatoriamente o con ingresos programados y específicos para su alcoholismo.A los 2 años del ingreso hospitalario el cumplimiento del tratamiento alcohológico es muy bajo. Sólo un 1% de pacientes logran el alta terapéutica y un 9% continúan en tratamiento, mientras que un 36% lo han abandonado y el 31% no lo han iniciado nunca. En el caso de los tratamientos médico-orgánicos la situación es similar, estando relacionados los abandonos de uno y otro tratamiento. Ello indica que los pacientes alcohólicos que no siguen un tratamiento por su dependencia alcohólica tampoco cumplen con las visitas indicadas para sus enfermedades orgánicas. No se puede afirmar si un abandono causa el otro, o bien ambos incumplimientos obedecen a factores personales de los enfermos.La falta de conciencia de enfermedad y el rechazo explícito del tratamiento no tienen, en toda la muestra en general, un valor pronóstico significativo. En cambio entre los pacientes que efectivamente realizan alguna visita post-alta, los factores que favorecen el incumplimiento son la falta de trastornos psicosociales o la existencia de menos interconsultas previas.La supervivencia a los 4 años es del 70%, muy inferior a la de otros estudios analizados, tanto con heroinómanos, como con alcohólicos.La existencia de hospitalizaciones, urgencias e interconsultas previas se corresponde con una mayor posibilidad de nuevas hospitalizaciones, urgencias e interconsultas. Las alteraciones psicosociales sólo predicen nuevas interconsultas a los 4 años.La mitad de pacientes habían ingresado anteriormente en el HCB y 75% habían acudido también a Urgencias, estando intercorrelacionados ambos hechos y con la realización de nuevos ingresos.Resumiendo, se detectan pocos pacientes alcohólicos en los hospitales generales, hay una especificidad total y en cambio muy poca sensibilidad. Los casos que se detectan presentan mayor gravedad que los pacientes tratados ambulatoriamente. El cumplimiento de las indicaciones terapéuticas a los 2 años es malo y ello afecta a las demás enfermedades orgánicas, de tal manera que sufren una mortalidad del 30% a los 4 años, además de repetidas urgencias y rehospitalizaciones. Ante una detección tardía y sesgada, un tratamiento poco eficaz y un pronóstico vital malo los esfuerzos deben dirigirse a la detección temprana de los pacientes aún potencialmente tratables, que son más jóvenes y están menos deteriorados. Estos pacientes acuden al hospital debido a urgencias o ingresos antes de haber desarrollado una enfermedad orgánica irreversible. En estos momentos es cuando mediante estrategias proactivas de búsqueda y screening pueden ser localizados y su alcoholismo tratado con éxito. Debería compaginarse lo aprendido y los medios aportados en los estudios de investigación con la sistematización de la práctica clínica mediante procedimientos rutinarios. The number of psychiatric liaison (PL) consultations in the Clinic Hospital of Barcelona (HCB) due to alcohol consumption accounts for 0,5% of hospital admissions during a period of one year, taking into account all hospital wards for adults. This prevalence is far below those found in existing studies (15 to 35%) and confirms the important underdetection of abusive alcohol consumption in general hospitals.There are large differences between the different wards: Psychiatry and Hepatology request PL of more than a 2% of their patients, while other wards do not reach 0,1%, even though there is evidence of the high prevalence of alcohol related diseases in wards as ie. Oto-rhino-laryngology.Those data suggest that differences in identification rates aren't related to patients or diseases characteristics, but to the awareness on the importance of alcohol existing in every medical team.Patients in this study are older, with increased psychiatric severity and neuropsychological impairment than patients of similar social status but treated in outpatient settings or admitted specifically for their alcoholism.Two years after hospital discharge compliance of alcohol treatment was poor. Only one percent of patients were successfully discharged and 9% continued in treatment, while 36% dropped out of treatment and 31% didn't even began it. Concerning medical treatment of their somatic illnesses the situation was similar. A clear correlation was found between abandonment of both psychiatric and somatic treatments, showing that alcoholics who do not continue their treatment for alcoholic dependence also tend to not to comply with the follow-up of their organic diseases. Our data do not allow us to establish a causality relationship between both facts, nor to identify any common underlying factor (ie. personality traits) for both of them.The absence of disease awareness and explicit refusal of treatment have not a prognostic value. On the other side, in patients who initiate outpatient follow-up, lack of psychosocial disorders and less previous psychiatric liaison visits predict drop-out.Survival at four years is 70%, much lower than in other studies, both in opioid addicts and alcoholics.Hospital admissions, emergencies and previous psychiatric liaison visits were related with increased chances of being readmitted to the hospital, emergencies and also for new psychiatric liaison visits. Psychosocial disorders only predicted new psychiatric liaison visits at four years.Almost half of the patients had previously been admitted in HCB and seventy five percent had also been attended at the emergency room, both events were correlated and also predicted new admissions.In summary, identification rates of alcoholic inpatients in general hospitals are very low. Psychiatric liaison consultations are highly specific, but sensibility of professionals remains very low. This means that identified patients present significantly with higher levels of severity than those who attend an alcohol outpatient clinic in the same area. Compliance of treatment was very bad for both alcohol and somatic diseases at the 2 years follow up, and in accordance with it, mortality rose to 30% at 4 years, not to mention the high rates of readmissions to the hospital and the emergency room.Patients are identified in advanced phases of their alcoholism and thus prognosis is bad. Efforts should be directed to the early detection of patients when they are younger and before neuropsychological impairment appears. Alcoholics tend to use hospitals and emergency room services at early stages of their disease. At those stages proactive identification would increase the chances of successful treatment. Research data should help to standardize the use of screening tools in clinical routine procedures. |
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