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Objective: To analyze by gender the relationship of forced displacements due to neglected housing insecurity with the physical and mental health of renters in Barcelona in 2019, distinguishing between economic (EHI) and legal (LHI) housing insecurity. Method: We conducted a cross-sectional study based on the Survey of the Living Conditions of Renters in the Barcelona Metropolitan Area 2019 (1021 women; 584 men). Self-reported health and mental well-being were the dependents variables; the main explanatory variable was neglected housing insecurity. We used adjusted robust Poisson regression models to compare health outcomes among people affected by neglected housing insecurity and those who were not affected. Results: We observed that the probability of worse health outcomes are greater in those affected by EHI, followed by those affected by LHI, both compared to those who have not been affected by housing insecurity. This association are mainly observed in mental health of renters affected by EHI, even after adjusting for socioeconomic and other housing variables (in women PR: 1,17, CI95%: 1,03-1,33; in men PR: 1,21, CI95%: 1,01-1,43). Conclusions: Neglected housing insecurity is associated with worse mental health. Enhancing the visibility of neglected housing insecurity and raising awareness of its effects on health is urgently needed to tackle this massive but hidden problem. Resumen: Objetivo: Analizar la relación de la inseguridad residencial desatendida sobre la salud física y mental de personas inquilinas residentes en Barcelona en 2019, distinguiendo entre inseguridad residencial económica (IRE) y legal (IRL). Método: Estudio transversal basado en la Encuesta de Condiciones de Vida de Personas Inquilinas en el Área Metropolitana de Barcelona 2019 (1021 mujeres y 584 hombres). Las variables dependientes fueron salud autopercibida y bienestar mental, y la principal variable explicativa fue inseguridad residencial desatendida. Se utilizaron modelos ajustados de Poisson robusta para comparar los resultados de salud entre personas afectadas y no afectadas. Resultados: La probabilidad de peor salud fue mayor en las personas afectadas por IRE, seguidas por las afectadas por IRL, ambas comparadas con quienes no habían sido afectadas. Esta asociación fue principalmente observada en la salud mental de las personas inquilinas afectadas por IRE, incluso tras ajustar por variables sociodemográficas y otras de vivienda (en mujeres, PR: 1,17, IC95%: 1,03-1,33; en hombres, PR: 1,21, IC95%: 1,01-1,43). Conclusiones: La inseguridad residencial desatendida se asocia con peor salud mental. Se necesita urgentemente visibilizar la inseguridad residencial desatendida y tomar conciencia de sus efectos en la salud para así afrontar este masivo, pero oculto, problema. |