Popis: |
El profesor Alberto Sois abrió el curso, hará diez años, dedicando tres cuartos de hora a arrojar sobre la mesa de la correspondiente aula de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid, un ejemplar de cada una de las revistas que había recibido el último mes sobre la materia que tenía que enseñar. El sagrado furor del bioquímico creciendo a medida que los tres cajones vomitaban bibliografía ante los ojos de sus estupefactos alumnos puede ilustrar una realidad ineludible de cualquier disciplina que roce, aunque sea de soslayo, lo científico-médico: la de una producción inabarcable de literatura que, en desigual medida, proclama la obsolescencia de los, cada vez más escasos, textos sagrados. |