Panorama de prácticas de alimentación de adolescentes escolarizados

Autor: OLGA OSORIO MURILLO, MARÍA CONSUELO DEL PILAR AMAYA REY
Jazyk: English<br />Spanish; Castilian<br />Portuguese
Rok vydání: 2009
Předmět:
Zdroj: Avances en Enfermería, Vol 27, Iss 2, Pp 43-56 (2009)
Druh dokumentu: article
ISSN: 0121-4500
Popis: La alimentación de los adolescentes constituye un tema de interés para la enfermería por el efecto de las acciones de promoción de la salud y prevención de la enfermedad que se pueden realizar durante esta etapa y al impacto que tienen en la salud actual y futura de estos jóvenes. Objetivo: evaluar las prácticas e influencias de la alimentación de adolescentes escolarizados. Métodos. Estudio descriptivo transversal, con una muestra de 201 adolescentes, a los cuales se les valoró ingesta de alimentos, riesgos de trastornos de la conducta alimentaria, circunstancias de la alimentación, influencias de familiares, amigos, colegio y medios de comunicación. Resultados: consumo de alimentos: el mayor consumo diario fue: cereales (436,2±172 g/día), gaseosas y bebidas azucaradas (225,9±152 g/día), carnes (155,4±70 g/día), frutas (145,3±66 g/día) y lácteos (123,3±95 g/día). Se encontró menor consumos de: azúcares, pastelería y helados (60,6±30,5 g/día), leguminosas (49,5±58,2 g/día), aceites y mantequillas (45,8±19,4 g/día), verduras (35,2±58,2 g/día), huevos (26,7±24 g/día), meriendas (10,3±13,4 g/día) y comidas rápidas (4±11 g/día). Los hombres reportaron consumo de licor. Ingesta de energía y nutrientes: Mientras que la ingesta de proteínas fue elevada (126,3% de los requerimientos), la ingesta de energía fue deficitaria (88,7% de los requerimientos). Se encontró deficiencia en consumo de vitamina A, tiamina, riboflavina, niacina, vitamina B6, calcio y hierro. Costumbres alimentarias: el 74,6% de los adolescentes se saltó al menos una de las tres comidas principales diarias. El 35,3% de los adolescentes reportó que situaciones emocionales negativas como angustia, ansiedad, tristeza y aburrimiento incidieron en el aumento de consumo de alimentos, mientras que para el 46,8% estos sentimientos los llevaron a disminuir sus ingestas. El 76,6% de adolescentes regularmente comía acompañado y el 22,4% solo. El 11% de los adolescentes participantes están en riesgo de desarrollo de trastornos de conductas alimentarias. El 45,8% de las familias de los adolescentes compra en supermercados de grandes superficies; la madre es quien con mayor regularidad compra los alimentos (58,2 %) y los cocina (71,1%). El 78,6% de las familias de los adolescentes consume alimentos fuera de casa. La familia constituye la mayor influencia en la alimentación, según los adolescentes (80,1%), seguida de los medios de comunicación (10,9%), los amigos (5%) y el colegio (4%). Conclusiones: los adolescentes presentan prácticas alimenticias que pueden constituirse en riesgo para la aparición de enfermedades debido a consumos inadecuados de alimentos, que se traducen en aportes deficitarios de energía, vitamina A, vitaminas del complejo B, calcio y hierro y aportes elevados de proteínas. Prácticas alimentarias: no hay una distribución adecuada de los alimentos durante el día. Las emociones afectan a los consumos de alimentos; la familia y los medios de comunicación ejercen gran influencia en la alimentación de los adolescentes.
Databáze: Directory of Open Access Journals