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La repentina muerte del dictador de Corea del Norte, Kim Jong-Il, acaecida el 17 de diciembre de 2011 ha suscitado una seria preocupación entre los expertos en Corea del Norte y la comunidad internacional en general sobre el futuro del régimen y la estabilidad de la península coreana. Kim Jung-Un, escogido como heredero por su padre. Kim Jong-Il, un año antes de su muerte, carece de experiencia en cuestiones de gobierno. El rápido ajuste en la sucesión dinástica podría conllevar una posible desestabilización y una potencial amenaza a la seguridad de la península coreana y al nordeste de Asia. Aunque algunos expertos son optimistas y consideran que Kim Jung-Un podría introducir reformas, otros observadores tienen pocas esperanzas de que el régimen cambie debido a la élite que controla el poder a espaldas de un líder títere y sin experiencia. |