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La centralidad que adquiere el trabajo durante las primeras décadas del siglo XX en Argentina responde a un contexto específico. Se trata de un período de intensa industrialización en el que una multitud de inmigrantes llegaba cotidianamente a las grandes ciudades. La fábrica y la oficina emergieron, entonces, como los motores de nuevas formas de incorporar esas masas a la ciudadanía. El trabajo se volvió un poderoso mecanismo para asignar una identidad y disciplinar a los sujetos: el intimidante forastero se convertía a partir de su lugar en el aparato de producción en el “obrero”, en el “oficinista”. O, directamente, en el proletario. Sin embargo, en la representación también se jugaba la resistencia. A partir del análisis de un contexto cultural espeso (que incluye discursos políticos, revistas de izquierda, así como iconografía o experimentos culturales en torno al trabajo) en este artículo exploro la forma en que durante las primeras décadas del siglo veinte la representación del proletario se transformó en un campo disputas para distintos modos de politización de los sujetos. In the particular context of the Argentine political and cultural field, the centrality of labor during the first half of the twentieth century has its own specific consequences. In Buenos Aires, such decades were witness to an intense period of industrialization marked by crowds of immigrants arriving daily into the city in search of work. The factory and the office emerged as the engines of a new way to incorporate masses of immigrants into the citizen body: the intimidating stranger became “a laborer” or "a clerk." Or, straightaway, “a worker.” Thus, labor became a powerful mechanism whereby subjects were assigned an identity and disciplined. However, the resistance was also part of that process: by closely examining a variety of documents from a thick cultural context, including political speeches, left-wing magazines, but also iconogrophy and cultural experiments, I argue that during the first half of the twentieth century the representation of workers becomes a battle field for several modes of politicizing the subject. |