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En México, la producción de cerveza es una actividad industrial de gran relevancia, debido a la generación de empleos y a sus efectos multiplicadores en la economía. Como muestra de ello, en 2019 se produjeron 124.5 millones de hectolitros de esta bebida, lo que convirtió a México en el cuarto productor a nivel mundial. El objetivo de esta investigación fue analizar la forma en la que se articula la cadena de valor cebada-malta-cerveza. Para esto, se examinan y describen los vínculos dados entre los actores, con énfasis en el rol que desempeñan las dos principales industrias cerveceras instaladas en el país, tanto en su ámbito de gobernanza como en sus efectos sobre los agricultores. Metodología: Se utilizó parte de la metodología de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) para el diagnóstico de la cadena de valor, así como la metodología que propone la Food and Agriculture Organization of the United Nations (FAO) para el análisis de las cadenas de valor alimentarias sostenibles. Se recopiló información a partir de revisión de literatura, y se realizaron entrevistas semiestructuradas a actores clave. Resultados: La cadena de valor de la industria cervecera en México está constituida por cinco eslabones: 1) producción primaria; 2) agrupamiento de cebada; 3) transformación, que implica obtener malta a partir de cebada y, posteriormente, procesar la malta para obtener la cerveza; 4) distribución; y 5) consumo final de cerveza. La gobernanza de la cadena estuvo centrada en dos industrias que forman un duopolio, y que, desde 2010, pasaron a formar parte del primer y segundo grupo cervecero a nivel mundial. Conclusión: La cadena de valor cebada-malta-cerveza en México ha funcionado de forma exitosa a nivel nacional, debido a que la industria mantiene articulados de forma eficaz a la mayor parte de los actores que la conforman, lo que ha favorecido su competitividad en el ámbito internacional. No obstante, una vez consolidada la adquisición de los dos grupos cerveceros mexicanos por empresas transnacionales, se evidenció que el sector con mayor fragilidad y débil articulación a la cadena fue el de los pequeños agricultores, quienes, para vender su grano de cebada, recurren a los intermediarios. |