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Chronic kidney disease (CKD) is an independent risk factor for presenting atrial fibrillation (AF), which conditions an increased risk already present in CKD of suffering a thromboembolic event. And this risk is even higher in the hemodialysis (HD) population. On the other hand, in CKD patients and even more so in HD patients, the probability of suffering serious bleeding is also higher. Therefore, there is no consensus on whether or not to anticoagulate this population.Taking as a model what is advised for the general population, the most common attitude among nephrologists has been to opt for anticoagulation, even though there is no randomized studies to support it.Classically, anticoagulation has been done with vitamin K antagonists, at high cost for our patients: severe bleeding events, vascular calcification, and progression of nephropathy, among other complications.With the emergence of direct-acting anticoagulants, a hopeful outlook was opened in the field of anticoagulation, as they were postulated as more effective and safer drugs than antivitamin K. However, in clinical practice, this has not been the case.In this paper we review various aspects of AF and its anticoagulant treatment in the HD population. Resumen: La enfermedad renal crónica (ERC) es un factor de riesgo independiente para presentar fibrilación auricular (FA) lo que condiciona un incremento del riesgo ya presente en la ERC de sufrir un evento tromboembólico; y este riesgo es mayor aún en la población en hemodiálisis (HD). Por otro lado, en estos pacientes también es mayor la probabilidad de sufrir una hemorragia grave. Por ello, decidir si se debe anticoagular o no a un paciente con FA en diálisis es motivo de controversia entre la comunidad nefrológica.Tomando como modelo lo aconsejado para la población general, la actitud más común entre los nefrólogos ha sido la de optar por la anticoagulación, pese a que no haya estudios randomizados que lo apoyen.Clásicamente la anticoagulación se ha hecho con antagonistas de la vitamina K, con alto coste para nuestros pacientes: eventos hemorrágicos graves, calcificación vascular y progresión de la nefropatía entre otras complicaciones.Con el surgimiento de los anticoagulantes de acción directa, se abrió un panorama esperanzador en el campo de la anticoagulación, al postularse como fármacos más eficaces y seguros que los antivitamina K. Sin embargo, en la práctica clínica, esto no ha sido así.En esta revisión repasamos diversos aspectos de la FA y de su tratamiento anticoagulante en la población en HD. |