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Mexico has at least 46 volcanic centers (including monogenetic volcanic fields) that are considered active or potentially active. Due to the federal governance of the country, the Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) is the entity responsible for monitoring natural hazards. Individual Mexican states also monitor active volcanoes within their territoryand through local universities. Specific observatories exist for Colima, Citlaltépetl (Pico de Orizaba), San Martín Tuxtla, El Chichón, and Tacaná volcanoes, which are considered among the volcanoes with the highest hazard potential in the country. Details on instrumentation, data acquisition, hazard management, information dissemination and outreach are given for each volcano and observatory. The creation of a National Volcanological Service, based at CENAPRED and in full cooperation with local university-based observatories, would help consolidate all monitoring data and official information on active volcanoes at a single institution, procure and distribute resources, and allocate those resources according to the relative risk posed by the different volcanoes. México tiene al menos 46 centros volcánicos que podrían considerarse activos o potencialmente activos (incluyendo campos volcánicos monogenéticos). Debido al carácter federal del país, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) es la entidad responsable de monitorear los fenómenos naturales. Individualmente, algunos estados mexicanos también monitorean los volcanes activos dentro de su territorio, a través de las universidades locales, por lo que existen observatorios específicos para Colima, Citlaltépetl (Pico de Orizaba), San Martín Tuxtla, El Chichón y Tacaná; todos estos considerados entre los volcanes de mayor riesgo relativo del país. Se proporcionan detalles sobre instrumentación, adquisición de datos, gestión de riesgos y difusión y divulgación de información para cada volcán y observatorio. La creación de un Servicio Vulcanológico Nacional, con sede en CENAPRED, y en cooperación plena con los observatorios universitarios locales, ayudaría a concentrar todos los datos de monitoreo e información oficial sobre los volcanes activos en una sola institución, así como a adquirir y asignar recursos, de acuerdo con el riesgo relativo que representan los diferentes volcanes. |