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La necesidad de transportar mercancías de un punto a otro del mundo viene ligada a la humanidad desde tiempos immemoriables. Al ser una necesidad implícita para el intercambio de productos comerciales, el ser humano ha dedicado muchos años de su historia a buscar soluciones para facilitarse la tarea del transporte con inventos como los jarrones o botijos, la rueda, la máquina de vapor o cualquier vehículo que se le ocurra. En los tiempos actuales de hiperglobalización y capitalismo, el transporte de mercancías sigue siendo uno de los sectores más esenciales de la economía ya que es uno de los principales motores para la industria y el sector servicios. En España, un 95% del transporte de mercancías se hace por carretera; dejando el otro 5% para los transportes ferroviario, aéreo y marítimo. Según datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, en 2020 había en España un total de 380.392 vehículos repartidos en 105.192 empresas trabajando en el transporte de mercancías por carretera. Está claro que el transporte por carretera es una de las claves de la red del comercio español, pero, sin embargo, hay problemas encima de la mesa que no se planteaban hace algunas décadas. El marco post-pandemia, el cambio climático, el auge de posibles alternativas, el encarecimiento del combustible y la precariedad laboral son algunos de los problemas que hacen que el sector del transporte de mercancías en España sea poco atractivo para el trabajador y, por lo tanto, para los jóvenes. El problema principal es que la edad media de los conductores profesionales en Europa (ya no sólo en España) aumenta un año por cada año que pasa. Esto es así debido a que los jóvenes no tienen interés por acceder al negocio debido a la situación actual. Esta edad media, que ronda los 52 años, supondrá un marco de total incertidumbre cuando dentro de unos 10 años haya más trabajadores jubilados que nuevos entrando al sector. Este proyecto pretende analizar el sector del transporte por carretera en España para hallar sus fortalezas y debilidades. Desde ahí, se pretende crear un modelo de negocio atractivo basado en la mejora de las condiciones del trabajador para fomentar el interés de la población activa joven en el sector. De esta forma, se lograría reducir la tendencia negativa etaria del sector y sentaría unas bases para la consolidación futura del mismo en un marco lleno de cambios e incertidumbre. |
