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Este artículo presenta el estudio comparado de la recepción de dos populares jugadores de videojuegos en línea en la plataforma Twitch: una mujer (@AriGamplays) y un hombre (@Junsguarnizo). Desde una perspectiva de género, esta investigación recurre al Análisis Crítico de Discurso Tecnocultural para indagar sobre 200 comentarios relevantes, dejados por los usuarios que siguieron una transmisión en vivo de la jugadora y del jugador (100 por cuenta). Los resultados revelan que la cultura de los videojuegos está atravesada por una matriz patriarcal que se expresa a través ciberviolencia, ciberacoso y ciberbullying: principalmente direccionados a la jugadora mujer @AriGamplays. Mientras el 52,9% de comentarios en la cuenta de la jugadora mujer se centran en los atributos físicos, con fuertes insinuaciones sexuales; el jugador hombre recibe un 44,11% de comentarios con elogios que destacan sus atributos intelectuales y sus competencias en su rol de gamer. Este artículo da cuenta de cómo existe una desigualdad en la valoración de una mujer versus un hombre en el mundo de los deportes en línea; en la que, pese a que es una destacada jugadora, termina subalternizada de forma reductiva. El estudio, además, presenta una tipificación de la ciberviolencia que recibe la jugadora: que en total contempla un 99 % de comentarios en los que se expresa objetivación sexual, amenazas sexuales, imposición e insulto. This article presents the comparative study of the reception of two popular online video game players on the Twitch platform: a woman (@AriGamplays) and a man (@Junsguarnizo). From a gender perspective, this research resorts to Critical Technocultural Discourse Analysis to inquire about 200 relevant comments left by users who followed a live stream of the female gamer and the male gamer (100 per account). The results reveal that video game culture is traversed by a patriarchal matrix that is expressed through cyber-violence, cyber-bullying and cyber-harassment: mainly directed at the female gamer @AriGamplays. While 52.9% of comments on the female gamer's account focus on physical attributes, with strong sexual innuendo; the male gamer receives 44.11% of comments with compliments that highlight his intellectual attributes and his skills in his role as a gamer. This article shows how there is an inequality in the valuation of a woman versus a man in the world of e-sports; in which, despite being an outstanding gamer, she ends up being subordinated in a reductive way. The study also presents a typification of the cyber-violence received by the female player: which in total contemplates 99% of comments in which sexual objectification, sexual threats, imposition and insult are expressed. |