Diligencia de entrada y registro en lugar cerrado

Autor: Gregorio Ariño, Antonio Ramón
Přispěvatelé: Salazar Varella, Clara Elisa, Universitat Jaume I. Departament de Dret Públic
Jazyk: Spanish; Castilian
Rok vydání: 2020
Předmět:
Popis: Treball Final de Grau en Criminologia i Seguretat. Codi: CS1044. Curs acadèmic: 2019/2020 En el transcurso de una investigación ya sea policial o judicial, puede suceder que sea necesario acceder al domicilio de las personas presuntas autoras de los hechos delictivos, y, por ende, sea mermado el derecho fundamental de la inviolabilidad domiciliaria de su titular contenido en el art. 18 de la Constitución Española. Para llevar a cabo esta diligencia de entrada y registro, en los casos en los que no medie el consentimiento del titular, la Ley de Enjuiciamiento Criminal contiene la regulación en los artículos 545 a 572, estableciendo la obligación de que la autorización se realice por el juez instructor mediante auto motivado, atendiendo siempre a los principios de legalidad, necesidad, especialidad y proporcionalidad. La diligencia de entrada y registro no puede adoptarse sin una identificación del presunto autor de un hecho delictivo, por ello, será necesaria la correspondiente autorización judicial, salvo en supuestos de flagrancia delictiva. Esto implica que la Policía Judicial tendrá que informar de manera urgente mediante la correspondiente solicitud de la necesidad de la autorización de esta diligencia al Juez que se encuentre de guardia en aquel momento o al juzgado que venga conociendo de la causa. Esta diligencia deberá realizarse siempre en presencia del Letrado de la Administración de Justicia del Juzgado o Tribunal que hubiere autorizado el acto, o del Letrado de la Administración de Justicia de guardia que le sustituya. También deberá estar presente el interesado, salvo que no pueda o no quiera presenciar la práctica de la diligencia, pudiendo nombrar un representante legítimo, y, en caso de no hacerlo, se seguirá el régimen supletorio establecido en la propia LECRIM. En cuanto a la intervención del letrado, la jurisprudencia del TS ha considerado que su presencia en el desarrollo de la diligencia no es materialmente necesaria, salvo que el titular del domicilio este detenido. En la realización de la diligencia de entrada y registro puede ocurrir que se encuentren pruebas relacionadas con un delito distinto al delito objeto de la diligencia, estos son los denominados hallazgos casuales. Tras la reforma operada en la ley de enjuiciamiento criminal por la Ley Orgánica 13/2015, de 5 de octubre, estos hallazgos casuales tienen validez procesal siempre que hayan respetado los requisitos de la legalidad ordinaria mediante la correspondiente autorización judicial siendo posible con posterioridad proceder a la oportuna investigación criminal Por último, cuando se realiza la diligencia de entrada y registro vulnerando el art. 18.2 de la CE, convirtiendo la prueba en ilícita, tal y como se desprende del art. 11.1 LOPJ. Al respeto existen dos posiciones doctrinales, una, que sostiene que, dado el fin público del proceso, se inclina a favor de la relevancia probatoria de la prueba ilícita, con independencia de la forma lícita o ilícita en que fue obtenida. La otra, entiende que después de su ilicitud se prive de eficacia probatoria de los medios de prueba así obtenidos, pues es la sanción que conlleva el empleo de medios no permitidos, siendo las normas relativas a las pruebas penales instrumentos de garantía para el imputado. In the course of a police or judicial investigation, it may be necessary to gain access to the home of the alleged perpetrators of the criminal acts and, therefore, the fundamental right to the inviolability of the home of the owner contained in Article 18 of the Spanish Constitution may be undermined. In order to carry out this entry and registration procedure, in cases where the consent of the owner is not obtained, the Law of Criminal Procedure contains the regulations in Articles 545 to 572, establishing the obligation for the authorization to be carried out by the investigating judge by means of a reasoned order, always in accordance with the principles of legality, necessity, speciality and proportionality. The entry and search procedure cannot be adopted without an objective identification of the presumed author of a criminal act. Therefore, the corresponding judicial authorization will be necessary, except in cases of flagrante delicto. This implies that the Judicial Police will have to urgently inform the judge on duty at that moment or the court hearing the case, by means of the corresponding request, of the need to authorize this procedure. This procedure must always be carried out in the presence of the Lawyer of the Administration of Justice of the Court that has authorized the act, or the Lawyer of the Administration of Justice on duty that replaces him/her. The interested party must also be present, unless he/she cannot or does not wish to witness the performance of the procedure, and may appoint a legitimate representative. If he/she does not do so, the supplementary rules established in the LECRIM will be followed. With regard to the intervention of the lawyer, the case law of the SC has considered that his presence in the development of the diligence is not materially necessary, indicating three cases in this respect. Firstly, when the owner of the home that is the object of the proceedings is detained, the presence of his lawyer will be necessary for the consent given by the detained person to be valid. Secondly, if the proprietor of the domicile grants his consent for the entry and search of the domicile and is not detained, then the procedure will be totally valid. And, thirdly, the presence of the lawyer is not required during the entry and search of the home. In the course of the entry and search procedure, it may happen that evidence is found relating to a crime other than the crime which is the object of the procedure, these are the so-called casual findings. These casual findings imply a breach of these constitutional requirements, leading to uncertainty as to their legitimacy in the absence of the corresponding judicial authorization. Currently, after the reform of the Organic Law 13/2015, of 5 October, these casual findings are valid as long as they respect the ordinary legality of the proceedings in which the facts have been discovered, and, subsequently, the corresponding criminal investigation is carried out. A different case is that which arises when the entry and registration process is carried out in violation of Article 18.2 of the EC, making the evidence illegal, as is clear from Article 11.1 LOPJ. In this respect, there are two doctrinal positions. One, given the public purpose of the process, favours the evidential relevance of the illegal evidence, regardless of the legal or illegal way in which it was obtained. The other is that after its unlawfulness the evidence thus obtained is deprived of evidential effectiveness, since it is the sanction that entails the use of impermissible means, the rules of criminal evidence being instruments of guarantee for the accused.
Databáze: OpenAIRE