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Los Programas Universitarios para Personas Mayores son una respuesta educativa donde el referente profesional y vocacional se difuminan. La Orientación, entendida a lo largo de la vida, desarrolla una ayuda y un acompañamiento en estos nuevos escenarios de educación formal. Se tomó como referencia la teoría de la complejidad, la teoría fundamentada en los hechos, la etnografía y el socioconstructivismo siendo el estudio de caso de modalidad etnográfica el diseño más pertinente. El caso escogido fue la Universidad de la Experiencia de Zaragoza. Se utilizaron, principalmente, como técnicas de obtención de datos la observación participante, la historia de vida (relato único y relatos cruzados), la entrevista y la investigación documental. Emergieron tres macrocategorías de esta investigación: identidad conectiva, orientación proyectiva y educación constructiva. La identidad conectiva facilita la conexión entre puntos de inflexión de la vida de una persona a través de su paso por la institución y por los diferentes escenarios de educación formal, no formal e informal. La orientación proyectiva favorece la deconstrucción y reconstrucción de la experiencia, la creación o continuación de proyectos de vida y una participación activa y expresiva del individuo a través de un acompañamiento adaptativo a la persona y potenciado por unos promotores deconstructivos. Finalmente, la última macrocategoría es educación constructiva. El modelo educativo propuesto nutre estos proyectos con un contenido edificador y busca su adaptación al usuario a través de una evaluación aprendiza donde el alumno evalúa a la institución.Se aprecia que la construcción de los proyectos vitales en adultos mayores se potencia con la creación de espacios para compartir experiencias y donde la carrera profesional se entiende desde una perspectiva vocacional y no tan ligada al mercado de trabajo. Articular procesos orientadores desde una perspectiva saludable, activa y constructiva del envejecimiento, permite poner el foco en la persona como arquitecta y constructora de sus propias historias y proyectos vitales en un mundo interconectado, complejo y caótico. Se observa que la orientación no recae de manera formal en ningún agente. Sería positivo, por tanto, introducir procesos formativos que potenciaran la orientación de adultos mayores y que dieran un marco inicial para estos agentes profesionales. |
