Popis: |
El elevado consumo de azúcar en la infancia contribuye a la actual epidemia de caries dental y de obesidad infantil, además de influir de forma negativa en las bajas tasas de lactancia materna. Entre las medidas para controlar este consumo está la determinación, por parte de las autoridades sanitarias, de la cantidad máxima de azúcar existente en los alimentos infantiles elaborados por la industria alimentaria. El presente artículo inspecciona las normas que regulan en Europa y en España la presencia de azúcar en alimentos infantiles distintos a fórmulas lácteas (preparados para lactantes o preparados de continuación): la Directiva 2006/125/CE y el Real Decreto 490/1998. Tras revisar la técnica legislativa y de compilación o refundición de normas, el respeto de plazos y la idoneidad de los procedimientos, podemos concluir que la falta de rigor es patente. Con respecto a las cifras de azúcares permitidos en alimentos infantiles, distan mucho de ser idóneas, hasta el punto de que pueden considerarse un factor obesogénico y de promoción de malos hábitos alimentarios en la infancia. Por ello, cabe preguntarse a quién protege la legislación, si a la salud infantil, o más bien a los intereses de la industria alimentaria. The high level of sugar intake in infancy and childhood contributes to the current epidemic of tooth decay and childhood obesity, influencing negatively, as well, on low rates of breastfeeding. One of the measures to control this consumption is the determination by the health authorities of the maximum amount of existing sugar in infant foods produced by the food industry. This article inspects the law in Europe and Spain governing the presence of sugar in baby foods other than infant formula: Directive 2006/125/EC and Royal Decree 490/1998. After reviewing the legislative and compilation or consolidation technical rules, the respect of deadlines and the suitability of the procedures, we can conclude that the lack of accuracy is evident. Regarding the amount of sugars allowed in baby foods, they are far from ideal, to the extent that they can be considered an obesogenic factor and an issue that promote bad dietary habits throughout childhood. Therefore, we can question if the law protects infant's health or the interest of food industry. |