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Resumen Los hongos no dermatofitos son hongos filamentosos que son comúnmente hallados en la naturaleza como saprófitos del suelo y patógenos de las plantas. Las dermatomicosis causadas por estos hongos son consideradas infrecuentes, con una tasa de prevalencia variable de entre 2 y 12%. Entre las especies de mohos más comúnmente descritas puede incluirse a: Scopulariopsis brevicaulis, Fusarium sp, Acremonium sp, Aspergillus sp, Scytalidium sp y Onychocola canadiensis, entre otros 1,2 Cuando los mohos o levaduras son aisladas en las escamas ungueales se genera mucha controversia con respecto a su patogenicidad. En vista de la baja incidencia reportada por la literatura y las diferentes controversias diagnósticas, se plantea realizar un estudio, con la finalidad de determinar la incidencia de onicomicosis por las distintas especies de hongos no dermatofitos (mohos), en un período comprendido desde septiembre 1996 a octubre 2001, un lapso de 4 años. Este estudio consistió en la revisión de archivos de historias micológicas del Departamento de Micología del Instituto de Biomedicina del Hospital Vargas de Caracas. Se evaluó un total de 847 pacientes con onicomicosis en general, de los cuales 623 (73,5%) corresponden a hongos dermatofitos, 217 (24,8%) a Candida y 40 (4,89%) a mohos. De estos últimos 40, sólo 7 tenían onicomicosis por mohos, confirmada con dos tomas de muestra, y de los 33 restantes se aislaron mohos en una sola muestra. El promedio de edad fue de 47 años. La distribución por sexo fue: 29 (72,5%) mujeres y 11 (27,5%) hombres. La ocupación de la mayoría de los pacientes fue oficios del hogar, y la evolución de pocos meses a un año. El moho más frecuentemente aislado fue Fusarium, en 25 pacientes y Aspergillus, en 13. Los otros 2 pacientes presentaban Scopulariopsis y Penicillium. De los 7 pacientes que tuvieron confirmación con segunda muestra, 3 de ellos tenían onicomicosis por Fusarium, 3 por Aspergillus y 1 por Penicillium. Las características clínicas más frecuentemente observadas en estos pacientes fue afectación de los primeros dedos de los pies, onicolisis, leuconiquia y cambios de coloración (amarronadas-verdosas). En el examen directo en estos pacientes, se observaron hifas gruesas, cortas, arrosariadas, irregulares, con esporas grandes, que clínicamente no pueden diferenciarse de otras infecciones micóticas. En nuestro estudio, sólo el 0,8% de los pacientes cumplieron con los criterios para considerar infección por mohos. Concluimos que es importante realizar examen directo y cultivo cuando sospechemos onicomicosis, ya que un porcentaje de éstas va a ser producido por hongos no dermatofitos. Además, en caso de obtener positividad en la primera muestra de cultivo, debe haber confirmación con una segunda muestra. Abstract Non dermatophytic fungi are filamentous fungi which are commonly found in nature as soil saprophytes and plant pathogens. Dermatomycosis caused by these fungi is considered infrequent, with a prevalence rate that varies between 2-12%. Among the species most commonly described we can include Scopulariopsis brevicaulis, Fusarium spp. Acremonium spp., Aspergillus spp., Scytalidium spp. and Onychocola canadiensis, among others. When moulds or yeasts are isolated from ungeal scales, much controversy is generated regarding their pathogenicity. Due to the low incidence reported in the literature and the various diagnostic controversies, it was decided to carry out a study with the purpose of determining the incidence of onychomycosis due to the various non dermatophytic fungi (moulds) species in the period between September 1996 to October 2001, a four-year period. This study consisted in the revision of files corresponding to mycological case-histories from the Department of Mycology of the Instituto de Biomedicina of Hospital Vargas, Caracas. A total of 847 patients with onychomycosis was evaluated, 623 (73.5%) of which corresponded to dermatophytic fungi, 217 (24.8%) to Candida and 40 (4.89%) to moulds. Of these last 40, only seven had onychomycosis due to moulds confirmed by two different samples and the other 33 were moulds isolated in a single sample. The mean age was 47 years. Sex distribution was 29 (72.5%) females and 11 (27.5%) males. The most frequent occupation of patients was housework and the evolution between a few months and one year. The most frequently isolated mould was Fusarium in 25 patients and Aspergillus in 13. The other 2 patients had Scopulariopsis and Penicillium. Of the 7 patients who had confirmation in a second sample, 3 had onychomycosis due to Fusarium, 3 due to Aspergillus, and 1 due to Penicillium. The most frequently observed clinical characteristics were compromise of the first toes, onycholysis, leuchonikia and colour changes (brownish-greenish). In the direct examination of these patients we saw thick, short, rosary-arranged, irregular hyphae, with large spores that clinically cannot be differentiated from other mycotic infections. In our study only 0.8% of the patients fulfilled the criteria to consider mould infection. We concluded that it is important to make a direct examination and culture when we suspect onychomycosis, since a percentage of them are going to be produced by non dermatophytic fungi. Also, when the first sample gives a positive culture, there should be confirmation through a second sample. |