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El primer poema gauchesco fue escrito hacia 1777 por Juan B. Maziel, alto funcionario de la corona española en el Río de la Plata. El manuscrito donde se guarda el texto se encuentra en la Colección Segurola de la Biblioteca Nacional de Argentina junto a otros veinte poemas, escritos todos para aclamar al Virrey Cevallos por su triunfo frente a los portugueses. "Canta un guaso" recién se publica hacia los inicios del siglo XX. Esa dilación temporal ha hecho pensar a la crítica que el poema no había tenido circulación ya que tampoco recibió lecturas durante ese tiempo. Sin embargo, Juan María Gutiérrez refiere al conjunto de poemas e incluso al tomo y página de la Colección Segurola donde se encuentran, pero no hace mención a "Canta un guaso", a pesar de que publica un poema de Maziel del mismo corpus de archivo. ¿Puede rastrearse la historia de una lectura postergada? Ese gesto de exclusión de la gauchesca colonial no acaba en Gutiérrez, sino que es repetido por las dos lecturas más canónicas del último cuarto del siglo XX para el género: la de Josefina Ludmer (1988) y la de Ángel Rama (1976). Este trabajo explora esa obliteración en los tres críticos, e intenta una reflexión en torno al archivo que impulse una revisión de las convicciones críticas que mantuvieron en silencio a esa producción literaria colonial. The first gaucho poem was written around 1777 by Juan B. Maziel, a senior official of the Spanish crown in the Rio de la Plata. The manuscript in which the text is saved is in the Segurola Collection of the National Library of Argentina along with other twenty poems written all the Viceroy Cevallos to cheer for their victory over the Portuguese. "Canta un guaso" recently published at the beginning of the twentieth century. This temporary delay has suggested to criticism that the poem had no movement since neither received readings during that time. However, Juan Maria Gutierrez refers to the set of poems and even to the volume and page Segurola Collection where they are, but makes no mention of "Canta un guaso", despite published a poem by Maziel the same corpus file. Can be traced the story of a delayed reading? That gesture of exclusion from the colonial guacho genre not just in Gutiérrez, but is repeated by the two canonical readings of the last quarter of the twentieth century to the genre: Josefina Ludmer (1988) and Angel Rama (1976). This paper explores the obliteration in the three critical, and attempts a reflection on the file that drives a review of the criticisms convictions remained silent to that colonial literary production. |