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RESUMEN: Este número especial de Magallania presenta la aproximación metodológica de la Filosofía Ambiental de Campo (FILAC). Propongo que para implementar el concepto de laboratorio natural recientemente propuesto por el Estado de Chile es fundamental enfatizar la actividad de laborar transdisciplinariamente en estos lugares. La FILAC ofrece una metodología y una compresión que abren un horizonte científico, cultural y ético para consolidar como laboratorio natural a la ecorregión subantártica de Magallanes y la Reserva de la Biosfera Cabo de Hornos, cuyos atributos son presentados en la primera parte este número especial. Además, la metodología de la FILAC puede ser adaptada para laborar en otros laboratorios naturales de Chile y del mundo. Hoy esto es especialmente relevante en el contexto del Antropoceno que ha disuelto las antiguas dicotomías entre dimensiones “biofísicas” y “culturales” de la realidad y demanda un sentido de responsabilidad ética. Para responder a los desafíos socio-ambientales del Antropoceno, la FILAC propone un enfoque metodológico que integra el marco teórico de la ética biocultural con diversas formas de conocimiento ecológico de pueblos originarios y de las ciencias modernas, las artes y la filosofía en prácticas de investigación, educación y conservación biocultural. La FILAC representa una innovación socio-ecológica puesto que esta metodología ha permitido interrelacionar de manera sistemática conceptos y prácticas de las ciencias y ética en programas de educación escolar y superior, y está siendo adaptada en reservas de la biosfera y sitios de estudios socio-ecológicos a largo plazo. Estos sitios proveen una valiosa plataforma institucional para transformar políticas de desarrollo y programas educativos homogéneos que se imponen hoy sobre diversos hábitats y hábitos de vida a nivel mundial, y reorientarlos hacia una valoración de las relaciones vitales que existen entre hábitos de vida y hábitats específicos que son compartidos por comunidades de co-habitantes. Como se examina en la segunda y la tercera parte de este número especial de Magallania, la FILAC aporta una comprensión práctica para considerarnos como co-habitantes (no meros recursos humanos o recursos naturales), un concepto que entrega un entendimiento sobre la dignidad de los diversos seres vivos y las diversas culturas. ABSTRACT: This special issue of Magallania presents the methodological approach of the Field Environmental Philosophy (FEP). I propose that to implement the concept of natural laboratory recently proposed by the State of Chile, it is fundamental to strengthen the activity of laboring with a transdisciplinary approach in these places. FEP offers a methodology and an understanding that open scientific, cultural and ethical horizons to consolidate as a natural laboratory the sub-Antarctic Magellanic ecoregion and the Cape Horn Biosphere Reserve, whose attributes are presented in the first part of this special issue. In addition, FEP’s methodology can be adapted to work in other natural laboratories in Chile and the world. Today this is especially relevant in the context of the Anthropocene that has dissolved the old dichotomies between “biophysical” and “cultural” dimensions of reality and demands a sense of ethical responsibility. To respond to the socio-environmental challenges of the Anthropocene, FEP proposes a methodological approach that integrates the theoretical framework of the biocultural ethic and diverse forms ecological knowledge of indigenous peoples and modern sciences, arts and philosophy into biocultural research, education, and conservation practices. FEP represents a socio-ecological innovation since this methodology has allowed to systematically interrelate concepts and practices of the sciences and ethics into school and higher education programs, and is being adapted into biosphere reserves and long-term socio-ecological study sites. These sites provide a valuable institutional platform to transform development policies and homogeneous educational programs that today are imposed globally on various habitats and life habits, and reorient them towards a higher valuation of the vital relationships that exist between lifestyle habits and specific habitats that are shared by communities of co-inhabitants. As discussed in the second and third parts of this volume, FEP provides a practical understanding to consider ourselves as co-inhabitants (not mere human resources or natural resources), a concept that provides an understanding of the dignity of diverse living beings and diverse cultures. |