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Resumen: Pobreza e indigencia por ingresos: En materia de pobreza por ingresos, para el período pre-post-COVID-19 (2019-2021) se confirma una tendencia sin grandes cambios para el Gran Mendoza, mientras que a nivel total urbano nacional parece observarse una mejora. En particular, los hogares del Gran Mendoza no parecen experimentar cambios significativos en materia de pobreza ni indigencia monetaria en los últimos períodos. Al analizar la población alcanzada puede observarse una leve tendencia al alza, lo que estaría implicando que los más afectados son los hogares de mayor tamaño. En el año 2021, los ingresos de más de 4 de cada 10 habitantes de Gran Mendoza no cubrían la Canasta Básica Total de pobreza, entre los cuales, casi 1 de cada 10 sufría de pobreza extrema, es decir, sus ingresos no cubrían la Canasta Básica Alimentaria de indigencia. De este modo, las tasas de indigencia y de pobreza en Gran Mendoza habrían alcanzado registros similares a la media del total urbano nacional. Carencias no monetarias Al incorporar al análisis el riesgo de experimentar carencias no monetarias que afectan a la población para determinar su vulnerabilidad en cuanto a derechos sociales, económicos y ambientales, es evidente que Gran Mendoza presenta indicadores significativamente más positivos que la media nacional, pero de una manera dispar. Del análisis surge que los riesgos de sufrir al menos 1 o 2 o más carencias sociales se reducen en Gran Mendoza de manera importante, pero no así para la población con mayor exclusión estructural (3 o más carencias) que son los más afectados. -- Pobreza multidimensional: La pobreza multidimensional, metodología adoptada por el Observatorio de la Deuda Social Argentina, no cambia significativamente en Gran Mendoza para el año 2021, aunque se observa una leve mejoría respecto al período anterior. La pobreza por ingresos -debido a la inflación y el crecimiento del empleo precario- es el factor que explica que no se hayan registrado mejoras en el desarrollo humano integral. En el caso de la pobreza multidimensional estructural la tendencia al alza es más evidente, agravando la situación de los que ya eran pobres extremos. Esto estaría asociado principalmente al empeoramiento en los ingresos de aquellos hogares de mayor tamaño, que habrían sido los más pobres y vulnerables durante y post crisis COVID-19. En el Gran Mendoza sólo 4 de cada 10 hogares no presentan pobrezas de ningún tipo, ni monetarias ni de derechos. Los restantes 6 de cada 10 hogares exhiben algún tipo de déficit en materia de pobreza, especialmente los de más pobres, en los que se observa un lamentable deterioro, en un contexto macroeconómico altamente inestable, inflacionario y que no genera empleos formales a nivel de las pequeñas, medianas y grandes empresas. -- Estructura social del empleo: En el Gran Mendoza aumenta tanto la tasa de actividad como la de empleo. A pesar de esta mejora, hay cambios en la composición de los ocupados ya que se registra una mayor recuperación en los empleos precarios de baja calidad, sobre todo, a nivel del sector informal. Por lo tanto, si bien hay recuperación de la actividad, se observa una débil creación de empleo formal registrado, con aumento del empleo informal autónomo o asalariado no registrado |