Efecto in vitro e in vivo de los análogos alquilfosfolípidos (APLs) en el desarollo de nuevos compuestos contra Schistosoma mansoni
Autor: | Edward Yepes Victoria |
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Přispěvatelé: | Muro Alvarez, Antonio, Mollinedo García, Faustino, Mollinedo, Faustino, Muro, Antonio, Ministerio de Ciencia e Innovación (España), Muro-Álvarez, Antonio |
Rok vydání: | 2015 |
Předmět: |
Investigación::32 Ciencias médicas::3207 Patología::320712-1 Parasitología molecular [Materias]
Academic dissertations Investigación::24 Ciencias de la vida::2401 Biología animal (zoología)::240112 Parasitología animal [Materias] Parasitología médica Parasitología experimental Parasitología humana Schistosoma mansoni Universidad de Salamanca (España) Tesis y disertaciones académicas Parasitología molecular Parasitología veterinaria 2401.12 Parasitología animal Schistosomiasis Parasitología animal Actividad anti-Schistosoma Edelfosina 320712-1 Parasitología molecular Análogos alquilfosfolípidos Tesis Doctoral Agente antiparasitario |
Zdroj: | GREDOS. Repositorio Institucional de la Universidad de Salamanca instname Digital.CSIC. Repositorio Institucional del CSIC |
DOI: | 10.14201/gredos.128308 |
Popis: | 329 p.-29 fig.-6 tab.-3 apéndices.-Tesis doctoral en formato compendio artículos/publicaciones. Los parásitos son organismos eucariotas (unicelulares o pluricelulares) que viven en el interior o sobre el tejido vivo de otro organismo más organizado denominado hospedador. El término parásito proviene del nombre dado a unos sacerdotes auxiliares que “sentados al lado del alimento” -sentido etimológico- del sacrificio, participaban más tarde de la ofrenda; de aquí el uso despectivo que se le da a dicha palabra que además, tiene el término, desde su origen griego (para, junto a y sitos, trigo, comida). La generalización biológica se debe a los médicos veterinarios romanos que denominaron así a aquellos animales que vivían y se alimentaban a expensas de otros. En las primeras definiciones de los parásitos se trataba de diferenciarlos de los depredadores, insistiendo en que, aunque la asociación era para la adquisición de alimentos, se tendía a conservar la vida del hospedador y a no proporcionarle beneficio alguno, sino al contrario, efectos dañinos o acciones patógenas.Todosestos conceptos se completaron al observar la naturaleza de la asociación; el carácter fisiológico de la misma; la interdependencia bioquímica con tendencia a la estabilidad por pérdida o adquisición mutua de información genética donde los parásitos han desarrollado mecanismos que son capaces de manipular el genoma de su hospedador compatible, orquestando cambios en los nucleos de sus células que alteran la expresión génica en favor del parásito [1, 2]. Recientemente los enfoques más informativos del Ácido Desoxirribonucleico (ADN) (secuencias de genes, polimorfismos de un solo nucleótido del inglés Single Nucleotide Polymorphism (SNP), y los microsatélites) [3], se han utilizado ampliamente para inferir la influencia de la genética en los diferentes aspectos de la biología del parásito. Por otra parte, de forma general, las acciones perjudiciales son mutuas o en ambas direcciones. La posible «bondad» de algunos parasitismos, o del parasitismo, en general, no existe. Algunos hospedadores van cambiando su metabolismo, ganando peso, o modificando su comportamiento. Por el contrario, los parásitos hallan ventajas adaptativas en conservar la expresión génica de la virulencia. Si los factores de virulencia son mantenidos por la selección natural, ocasionando una disminución del bienestar del hospedador, inevitablemente se producirá también la correspondiente selección para la resistencia del hospedador. Así, se mantiene el equilibrio inestable y dinámico de la comunidad antagónica de dos seres vivos de distinta especie en asociación definida como parasitismo [4, 5]. La gran mayoría de los parásitos pertenecen a uno de los siguientes Phylum: Apicomplexa, Microspora, Ciliophora, Plathelminthes, Nematoda y Arthropoda. Los helmintos se encuentran en dos de ellos Plathelminthes y Nematoda. Se han descrito cerca de 25.000 especies de nematodos. Muchos de ellos son parásitos de insectos, plantas o animales, pero también existen especies de vida libre como Caenorhabditis elegans. Sobre la base de las estimaciones mundiales, entre 75.000 y 300.000 especies de helminto nfectan a los vertebrados terrestres y acuáticos; entre estos, 287 son conocidos en los seres humanos, el 95% de los cuales son especies zoonóticas y aproximadamente el 25% de la población mundial está infectada con estos organismos [3]. La gran mayoría de los platelmintos parásitos pertenecen a las clases, Monogenea, Digenea (gr. dis, “doble” y genos, “raza”) y Cestoda (tenias) (figura I.1), y las dos primeras clases son comúnmente denominadas “trematodos”. Todos los trematodos que residen en los seres humanos son de la clase Digenea. Tienen complejos ciclos de vida indirectos, en los que incluyen uno o varios hospedadores intermediarios (Ej. caracoles terrestres), ejemplo de estos parásitos son los esquistosoma, objeto de esta Tesis Doctoral. |
Databáze: | OpenAIRE |
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