¿Qué tipo de acompañamiento familiar abre una esperanza?

Autor: Pérez Soba, Juan José
Jazyk: Spanish; Castilian
Rok vydání: 2022
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Popis: “¿No ardía nuestro corazón, mientras nos hablaba por el camino?” (Lc 24,32)) Esta es la experiencia real de un verdadero acompañamiento: «arder el corazón». El Evangelio tiene la fuerza enorme de ofrecernos estas palabras que «obran el bien» y que no tienen miedo a los afectos, más bien se refiere a ellos con firmeza. Por eso, para expresar lo que significa un encuentro con Cristo que cambia una vida, emplea una palabra fundamentalmente afectiva -«arder el corazón»- que todo el mundo entiende, que remite a una experiencia y que la ilumina por dentro. Queda claro así que acompañar es conseguir que a las personas les «arda el corazón» y se puede afirmar que el prototipo de todo acompañamiento es el que Jesús hace con los discípulos de Emaús (Lc 24,13-35), donde se ve la transformación de una vida. Unas personas desanimadas, unas personas que no saben a dónde ir, vuelven convertidos en apóstoles de apóstoles. Cuando Santo Tomás se pregunta qué significa «arder el corazón», es decir, ¿qué es lo que se significa con esa palabra? ¿Qué es, para una persona, que «arda el corazón»? El Ángélico daba tres significados fundamentales. Que «arda el corazón» significa que el corazón, en parte, se consume; por otra parte, significa que calienta y, por último, que eleva. «Arder el corazón» significa estas tres cosas. Estos tres efectos son los que el acompañamiento tiene que causar en la persona que es acompañada.
Quaderns de Polítiques Familiars: Journal of Family Policies, Núm. 8 (2022): Núm. 8: Un cambio de mirada ante el acompañamiento familiar
Databáze: OpenAIRE