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Cuando a mediados de S. XIX, y siguiendo las huellas de una escogida serie de arriesgados exploradores, Europa inicia la “carrera de África”, culminada en su primera fase con el reparto del continente en la histórica Conferencia de Berlín de 1885, un variado aunque no muy numeroso grupo de entusiastas “africanistas” españoles consideraron que, por razones históricas y geopolíticas, España debería estar presente. A semejanza de lo que acontecía en muchos países europeos, el africanismo español, que tenía raíces multiseculares, intentó ser estimulado en la segunda mitad del S. XIX no sólo mediante vivas polémicas periodísticas sino también a través de varias sociedades geográficas y colonialistas. Si bien desde 1865 a 1888 existió la Sociedad Abolicionista Española, que editaba un quincenal de amplia difusión llamado “El Abolicionista”, hay que esperar hasta 1876 para que se constituya en Madrid la Real Sociedad Geográfica Española, casi media centuria después que sus equivalentes en París (1821), Berlín (1928) y Londres (1830), capitales de naciones con gran vocación colonial. Un año después se crea la Asociación Española para la Exploración de África. Esta institución, filial de la Asociación para la Exploración del Congo, fundada en Bruselas el año anterior por el rey Leopoldo II, nacerá con la esperanza de ser menos elucubrante y más pragmática que la Sociedad Geográfica, con la que no obstante compartía gran número de afiliados. La impetuosa capacidad de Joaquín Costa posibilitará en 1883 la creación de la Sociedad Española de Africanistas y Colonialistas. Dicha iniciativa tuvo lugar tras la celebración del histórico I Congreso Español de Geografía Colonial y Mercantil celebrado en la Universidad Central y sería confirmada más adelante en el célebre mitin del Teatro Alhambra de Madrid en marzo de 1884. En ambos eventos se repasó la todavía amplísima problemática colonial española y se buscaron soluciones a la misma. Ha de recordarse que contemporáneamente a la ya citada Conferencia de Berlín se constituyeron asimismo la Sociedad de Geografía Comercial en Barcelona y la Unión Hispano-Mauritana en Granada. Ésta última estaba formada por arabistas y universitarios de ambos lados del estrecho, editores desde 1880 “La Estrella de Occidente” y, ya avanzado el S. XX, también de la prestigiosa revista “Al Andalus”, y entre los que destacaba Ángel Ganivet. Esta serie de círculos geográficos que intentaban movilizar el interés de la opinión pública hacia el vecino continente africano deben completarse con la referencia a la Liga Africanista Española creada en Madrid en 1913 tras aceptar nuestro país las responsabilidades marroquíes. |