Velhice & Sexualidade: tramas da diversidade. [Resenha]

Autor: Iacub, Ricardo
Rok vydání: 2022
Předmět:
Zdroj: Revista Kairós-Gerontologia; v. 25 n. 1 (2022); 09-17
Revista Kairós
Pontifícia Universidade Católica de São Paulo (PUC-SP)
instacron:PUC_SP
ISSN: 2176-901X
1516-2567
DOI: 10.23925/2176-901x.2022v25i1p9-17
Popis: Entering diversity supposes a decentralization with respect to a logic that reduces the hegemonic and normative as the only modes of narration. Appealing to “other stories” implies recognizing those that are known in historical, geographical and social contexts other than common senses. But they also allow us to examine the successive transformations of the ways in which sexuality and age are thought and acted. Plots that sprout, enhebran and announce the emergence of the “other plots”, to doubt, disorder and rebuild the expected stories. What has given rise to this book, provokes thought, analyzes concepts, and proposes alternative narratives. Taking the sexuality at the time, even in the XXI century, continues to have a subversive and questioning weight. We find ourselves with a multiplicity of discourses and metaphorical forms that produced, in large part of Western culture, resistances and explicit and implicit limitations of great magnitude. Since the denial of eroticism by its association with the ugliness, among the Greeks and Romans; el rechazo cristiano for the lesser possibility of reproduction, or la mirada deserotizada, pathologizada y perversa, tan bourgeois and victoriana. In front of which emerges a report, apparently void of damage, which to a large extent will be integrated by Gerontology, in which sexuality appears as a clear possibility, only limited by the denial of a society incapable of visualizing it. What led to lectures, many times well-founded and many times uncritical, where it was necessary to show that there was sexuality, for scientific reasons, but it also had to show that sexuality had fewer changes than it had, for reasons, certainly more ideological. Destiny that is up to the gerontological reading produced since the middle of the twentieth century, where, to criticize this other account of the old age, tan differentiated and deficitary, I have decided to transform it into something so similar to adulthood, and where, all allusion to a difference , which alluded to this “I came to report”, turned into harm.We are certainly in a historical moment where sexuality in the age becomes an object of permanent demonstration for several reasons: before the incredulous gaze of a society that reads the body of age dissociated from eroticism; because it is the theme that best assimilates the youth to the rest of the ages, it is included as a curious object of surprise and market. In this compilation of texts we find different arguments and in some point in debate, with respect to concepts such as sexuality and age. One of the ways of taking a position is positioning the theme from different starting points. Some will find it from gender, sexual orientation, HIV, pornography, knowledge of traditional harm, gerontology, traditional medicines, or in Drag groups, LGBT spaces or so many other places from where one interrogates, thinks and criticizes the object of the book. Reading its chapters makes it possible to recall and recognize generational knowledge and practices concerning the feminine and the masculine, the heterosexual and the homosexual or the cisgender and the transgender. It allows a panorama of representations that circulate and intertwine in a historical moment and in contexts located in cities, groups or specific medicines. In this way, several versions are presented starting from the ones that are ponen in cuestión the uniformización del viejo and its sexuality produced by certain estudios de la vejez. In order to explore different aspects, each article will also have methodological approaches that allow us to reflect from phenomena of greater magnitude, achieved through bibliographic or press revisions, to the ethnographic or qualitative inquiry that will allow us to know the detailed transit of meanings and senses produced in small groups. The texts discuss the meanings given by their own viejos with respect to their sexuality. What puts in tension a point of much interest for the researcher, what people say is the reflection of common senses or of their bad experiences. But by chance, what is felt is not crossed by the established senses, was the sensible geography of our body not inhabited temporarily by histories of gender, ethnicity or generations? Asimism, at what point can we disregard it, based on an assumption of harmful knowledge? Discussion that can give rise to debates that deepen critical thinking. Entrar en la diversidad supone una descentralización respecto de una lógica que reduce lo hegemónico y lo normativo como únicos modos de narración. Apelar a “otras historias” implica reconocer aquellas que se conocen en contextos históricos, geográficos y sociales distintos al sentido común. Pero también nos permiten examinar las sucesivas transformaciones de los modos de pensar y actuar la sexualidad y la edad. Tramas que brotan, enhebran y anuncian el surgimiento de las “otras tramas”, para dudar, desordenar y reconstruir las esperadas historias. Lo que ha dado lugar a este libro, provoca la reflexión, analiza conceptos y propone narrativas alternativas. Tomar la sexualidad en la época, aún en pleno siglo XXI, sigue teniendo un peso subversivo y cuestionador. Nos encontramos con una multiplicidad de discursos y formas metafóricas que produjeron, en gran parte de la cultura occidental, resistencias y limitaciones explícitas e implícitas de gran magnitud. Desde la negación del erotismo por su asociación con la fealdad, entre griegos y romanos; el rechazo cristiano a la menor posibilidad de reproducción, o la mirada deserotizada, patologizada y perversa, tan burguesa y victoriana. Frente al cual emerge un informe, aparentemente desprovisto de perjuicios, que en buena medida estará integrado por la Gerontología, en el que la sexualidad aparece como una clara posibilidad, sólo limitada por la negación de una sociedad incapaz de visualizarla. Lo que llevó a conferencias, muchas veces fundamentadas y muchas veces acríticas, donde era necesario mostrar que había sexualidad, por razones científicas, pero también tenía que mostrar que la sexualidad tenía menos cambios de los que tenía, por razones, ciertamente, más ideológico. Destino que está a la altura de la lectura gerontológica producida desde mediados del siglo XX, donde, para criticar este otro relato de la vejez, tan diferenciado y deficitario, he decidido transformarla en algo tan parecido a la edad adulta, y donde, toda alusión a una diferencia, que aludía a ese “vine a denunciar”, se convirtió en daño.Ciertamente estamos en un momento histórico donde la sexualidad en la edad se convierte en objeto de demostración permanente por varias razones: ante la mirada incrédula de una sociedad que lee el cuerpo de la edad disociado del erotismo; por ser el tema que mejor asimila la juventud al resto de épocas, se incluye como curioso objeto de sorpresa y mercado. En esta recopilación de textos encontramos diferentes argumentos y en algún punto en debate, con respecto a conceptos como la sexualidad y la edad. Una de las formas de tomar posición es posicionar el tema desde diferentes puntos de partida. Algunos lo encontrarán desde el género, la orientación sexual, el VIH, la pornografía, el conocimiento del daño tradicional, la gerontología, las medicinas tradicionales, o en grupos Drag, espacios LGBT o tantos otros lugares desde donde se interroga, piensa y critica el objeto del libro. La lectura de sus capítulos permite recordar y reconocer saberes y prácticas generacionales en torno a lo femenino y lo masculino, lo heterosexual y lo homosexual o lo cisgénero y lo transgénero. Permite un panorama de representaciones que circulan y se entrelazan en un momento histórico y en contextos ubicados en ciudades, grupos o medicinas específicas. De esta manera, se presentan varias versiones a partir de las que se ponen en cuestión la uniformización del viejo y su sexualidad producida por ciertos estudios de la vejez. Para explorar diferentes aspectos, cada artículo contará también con enfoques metodológicos que nos permitan reflexionar desde fenómenos de mayor magnitud, logrados a través de revisiones bibliográficas o de prensa, hasta la indagación etnográfica o cualitativa que nos permitirá conocer el tránsito detallado de significados y sentidos producidos en pequeños grupos. Los textos discuten los significados dados por sus propios viejos con respecto a su sexualidad. Lo que pone en tensión un punto de mucho interés para el investigador, lo que dice la gente es el reflejo del sentido común o de sus malas experiencias. Pero por casualidad, lo sentido no es atravesado por los sentidos establecidos, ¿la geografía sensible de nuestro cuerpo no estuvo habitada temporalmente por historias de género, etnia o generaciones? Asimismo, ¿en qué momento podemos prescindir de él, partiendo de un supuesto de conocimiento nocivo? Discusión que puede dar lugar a debates que profundicen el pensamiento crítico. Entramar la diversidad supone una descentración respecto a una lógica que reduce a lo hegemónico y normativo como únicos modos de narración. Apelar a los “otros relatos” implica reconocer aquellos que se ciernen en contextos históricos, geográficos y sociales lejanos a los sentidos comunes. Pero también los que permitan examinar las sucesivas transformaciones de los modos en que se piensa y actúa la sexualidad y la vejez.Tramas que brotan, enhebran y anuncian la emergencia de las “otras tramas”, para así dudar, desordenar y volver a construir los relatos esperables. Lo que ha dado lugar, a que este libro, provoque al pensamiento, analice los conceptos, y proponga narraciones alternativas.Tomar la sexualidad en la vejez, aún en pleno siglo XXI, sigue teniendo un peso subversivo y cuestionador. Nos encontramos con una multiplicidad de discursos y formas metafóricas que produjeron, en gran parte de la cultura occidental, resistencias y limitaciones explícitas e implícitas de gran magnitud. Desde la negación del erotismo por su asociación con la fealdad, entre los griegos y romanos; el rechazo cristiano por la menor posibilidad de reproducción, o la mirada deserotizada, patologizada y perversa, tan burguesa y victoriana.Frente a lo que emerge un relato, aparentemente vaciado de prejuicios, que en gran medida será integrado por la Gerontología, en el que la sexualidad aparece como una posibilidad cierta, solo limitada por la negación de una sociedad incapaz de visualizarla. Lo que llevó a lecturas, muchas veces fundamentadas y muchas veces acríticas, donde había que mostrar que había sexualidad, con razón científicas, pero había que mostrar también que la sexualidad tenía menos cambios de las que tenía, con razones, seguramente más ideológicas.Destino que le cabe a la lectura gerontológica producida desde mediados del siglo XX donde, para criticar ese otro relato de la vejez, tan diferenciado y deficitario, hubo que transformarlo en algo tan parecido a la adultez, y en donde, toda alusión a una diferencia, que aludiera a ese “viejo relato”, se convirtió en prejuicio.Ciertamente nos encontramos en un momento histórico donde la sexualidad en la vejez se convierte en un objeto de demostración permanente por diversos motivos: ante la mirada incrédula de una sociedad que lee el cuerpo de la vejez disociado del erotismo; por ser el tema que mejor asimila la vejez al resto de las edades, o incluso como un curioso objeto de sorpresa y mercadeo.En esta compilación de textos encontramos argumentaciones diferentes y en algún punto en debate, respecto a conceptos como la sexualidad y la vejez. Uno de los modos de tomar posición es ubicando la temática desde distintos puntos de partida. Algunos lo harán desde el género, la orientación sexual, el HIV, la pornografía, los saberes del prejuicio tradicional, la gerontología, los medicamentos tradicionales, o en grupos de Drag, espacios LGBT o tantos otros lugares desde donde se interroga, piensa y crítica el objeto del libro.La lectura de sus capítulos permite rescatar y reconocer los saberes y prácticas generacionales relativas a lo femenino y lo masculino, lo héterosexual y lo homosexual o lo cisgénero y lo transgénero. Lo que permite un panorama de representaciones que circulan y entremezclan en un momento histórico y en contextos ubicado en ciudades, grupos o medicamentos específicos.De esta manera, se presentan diversas versiones a partir de las cuales se ponen en cuestión la uniformización del viejo y su sexualidad producida por ciertos estudios de la vejez. Cada artículo también, para explorar aspectos diferenciales, contará con abordajes metodológicos que permitan reflejar desde fenómenos de mayor magnitud, alcanzados a través de revisiones bibliográficas o de prensa, hasta la indagación etnográfica o cualitativa que permitirá conocer el minucioso tránsito de significados y sentidos producidos en pequeños grupos.Los textos discuten los sentidos otorgados por los propios viejos respecto a su sexualidad. Lo que pone en tensión un punto de mucho interés para el investigador, aquello que la gente dice es el reflejo de sentidos comunes o de sus vivencias más sentidas. Pero acaso, ¿lo que se siente no se encuentra atravesado por los sentidos establecidos, la geografía sensible de nuestro cuerpo no fue habitada tempranamente por historias de género, de etnias o de generaciones? Asimismo ¿hasta qué punto podemos desestimar lo dicho a partir de una suposición de conocimientos prejuiciosos? Discusión que puede dar lugar a debates que profundicen el pensamiento crítico.
Databáze: OpenAIRE