Protection and use of minority languages in the People's Republic of China and the European Union from a linguistic anthropological perspective: the cases of Mongol, Tibetan, Uighur, Zhuang and Leonese languages

Autor: José Carlos Redondo Martínez
Přispěvatelé: Fernández Álvarez, Óscar, Chen, Chen, Antropologia Social, Facultad de Filosofia y Letras
Jazyk: Spanish; Castilian
Rok vydání: 2022
Předmět:
Popis: 505 p. [ES] Las lenguas minoritarias, como vehículos de comunicación y depositarias de la cultura de un pueblo que son, son un tesoro que todos, independientemente de la posición que ocupemos, debemos conservar por el bien del patrimonio cultural y lingüístico de la humanidad. Según la UNESCO, existen más de 6000 lenguas en el mundo que van de lenguas internacionales que cuentan con millones de hablantes y están distribuidas geográficamente por varios continentes a lenguas regionales o locales que cuentan con muchos menos hablantes y cuyo estado de salud no es tan boyante. China es un país muy amplio donde, aparte del chino mandarín, existen más de 150 idiomas minoritarios que comparten la esfera lingüística de los mas de 1400 millones de habitantes. La Constitución china garantiza el derecho de los grupos etnolingüísticos minoritarios a usar y desarrollar sus lenguas. De esas lenguas minoritarias, en esta investigación, vamos a analizar quizás las cuatro lenguas más famosas y que están representadas en los billetes de la divisa nacional: mongol, tibetano, uigur y zhuang. Estas cuatro lenguas minoritarias cuentan con millones de hablantes pero las circunstancias de promoción del putonghua (habla estándar del chino mandarín) están haciendo que pierdan peso en muchos estratos de la vida social y académica. El devenir de estas lenguas va ligado a unas políticas lingüísticas específicas que puedan mantener le equilibrio entre la promoción de la lengua estándar nacional y su propia promoción y uso. Estas lenguas son estudiadas y usadas en la enseñanza en las regiones y prefecturas donde se hablan, generalmente en la mitad oeste del país. Sin embargo, el creciente desarrollo de la economía en las provincias y grandes urbes del este del país ha hecho que muchos trabajadores hablantes de estas lenguas se muden a territorios en los que la lengua dominante es el putonghua con lo que pierden el contacto con su lengua y tradiciones y no tienen la posibilidad de seguir usando estas lenguas. Además, en alguna de estas lenguas se da el sentimiento de diglosia en el que las generaciones más jóvenes apuestan por el putonghua como lengua de futuro y no muestran interés por su legua minoritaria cortando su transmisión lingüística intergeneracional que es crucial para el desarrollo de la vitalidad de una lengua. Un balance equilibrado entre la promoción del putonghua y el mantenimiento y uso de las lenguas minoritarias traería armonía social en la que tanto los idiomas mongol, tibetano, uigur y zhuang como el putonghua coexistieran y convivieran pacíficamente y en la que los hablantes de ambas lenguas sepan ver la belleza cultural que tiene el aprender nuevas lenguas y, sobre todo, el aporte que hace a la idiosincrasia de la nación china. La Unión Europea es un territorio también muy vasto en donde existen casi una treintena de lenguas oficiales y numerosas lenguas regionales y minoritarias. La lengua leonesa es una de ellas. En Europa, la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias es el documento oficial destinado a proteger y favorecer las lenguas históricas regionales y las lenguas de las minorías. Su aplicación recae sobre los distintos gobiernos nacionales y sus constituciones la protección y uso regulado de las lenguas minoritarias. España es un estado miembro de la UE que ha ratificado la Carta y en su constitución también dice que, aparte del castellano, las demás lenguas españolas serán oficiales en las respectivas comunidades autónomas de acuerdo con sus Estatutos y que las distintas modalidades lingüísticas de España serán objeto de respeto y protección. Además, en el Estatuto de la comunidad autónoma de Castilla y León reconoce el valor del leonés y ordena a los poderes públicos su protección específica e insta a regular su uso y promoción. Sin embargo, la realidad es bien distinta ya que no está protegido ni instaurado en el mundo escolar y languidece con una transmisión intergeneracional muchas veces cortada y quedándose como patrimonio lingüístico del estrato poblacional más viejo en diversas áreas fundamentalmente rurales y generalmente localizadas en el oeste de la Región Leonesa. El contraste de las situaciones del uso y desarrollo de las lenguas minoritarias de China con el uso y desarrollo del leonés en la España nos muestra cómo con unas políticas lingüísticas acertadas se puede proteger y revitalizar una lengua minoritaria sin que por ello se ponga en entredicho la salud de la lengua nacional o dominante. Ha habido muchos factores que durante décadas han lastrado el desarrollo de las lenguas minoritarias: el desarrollo de una lengua dominante próxima, la facilidad con la que se accede a un puesto laboral con la lengua dominante, la diglosia, la percepción social de las lenguas minoritarias por parte de los propios hablantes y de la sociedad en general de los territorios o la falta de apoyo institucional. Las cinco lenguas minoritarias analizadas (mongol, tibetano, uigur, zhuang y leonés) poseen sus propios factores que las han influido con el paso del tiempo y que han marcado el devenir de su uso y desarrollo pero en muchas de ellas se observan similitudes que uno no esperaría encontrar en unas lenguas lingüística y geográficamente tan distantes. La peor parada de estas cinco lenguas minoritarias es el leonés que está en situación de peligro, pero a través de esta investigación contrastamos la situación de revitalización, uso y desarrollo del mongol, tibetano, uigur y zhuang en China y, aparte de señalar los puntos débiles en el uso y desarrollo de estas lenguas, extraemos los puntos fuertes y las medidas eficientes que podrían beneficiar de las que se podría beneficiar el leonés a 10000km de distancia. [EN] Minority languages, as vehicles of communication and repositories of the culture of a people that they are, are a treasure that we all, regardless of the position we occupy, must preserve for the sake of the cultural and linguistic heritage of humanity. According to UNESCO, there are more than 6000 languages in the world ranging from international languages that have millions of speakers and are geographically distributed over several continents to regional or local languages that have many fewer speakers and whose health status is not so buoyant. The People’s Republic of China is a very large country where, apart from Mandarin Chinese, there are more than 150 minority languages that share the linguistic sphere of the more than 1400 million inhabitants. The Chinese Constitution guarantees the right of minority ethnolinguistic groups to use and develop their languages. Of these minority languages, in this research, we will analyse perhaps the four most famous languages that are represented on the banknotes of the national currency: Mongolian, Tibetan, Uighur and Zhuang. These four minority languages have millions of speakers but the circumstances of promotion of Putonghua (standard spoken of Mandarin Chinese) are causing them to lose weight in many strata of social and academic life. The future of these languages is linked to specific language policies that can maintain a balance between the promotion of the national standard language and its own promotion and use. These languages are studied and used in teaching in the regions and prefectures where they are spoken, usually in the western half of the country. However, the growing development of the economy in the provinces and large cities of the east of the country has caused many workers who speak these languages to move to territories where the dominant language is Putonghua, thus losing contact with their language and traditions and not having the possibility of continuing to use these languages. In addition, in some of these languages there is a feeling of diglossia in which the younger generations bet on Putonghua as a language of the future and show no interest in their minority league by cutting off their intergenerational linguistic transmission that is crucial for the development of the vitality of a language. A balanced balance between the promotion of Putonghua and the maintenance and use of minority languages would bring social harmony in which both the Mongolian, Tibetan, Uyghur and Zhuang languages and Putonghua coexist and coexist peacefully and in which the speakers of both languages know how to see the cultural beauty of learning new languages and, above all, the contribution it makes to the idiosyncrasies of the Chinese nation. The European Union is also a vast territory where there are almost thirty official languages and numerous regional and minority languages. The Leonese language is one of them. In Europe, the European Charter for Regional or Minority Languages is the official document designed to protect and promote regional historical languages and minority languages. Its application falls on the different national governments and their constitutions the protection and regulated use of minority languages. Spain is a member state of the EU that has ratified the Charter and, in its constitution, also says that, apart from Spanish, the other Spanish languages will be official in the respective autonomous communities in accordance with their Statutes and that the different linguistic modalities of Spain will be subject to respect and protection. In addition, in the Statute of the autonomous community of Castile and León recognizes the value of the Leonese language and orders the public authorities its specific protection and urges to regulate its use and promotion. However, the reality is very different since it is not protected or established in the school world and languishes with an often cut off intergenerational transmission and remaining as a linguistic heritage of the oldest population stratum in various areas fundamentally rural and generally located in the west of the Leonese Region. The contrast of the situations of the use and development of minority languages in China with the use and development of Leonese in Spain shows us how, with correct language policies, a minority language can be protected and revitalized without, for that reason, calling into question the health of the national or dominant language. There have been many factors that have hindered the development of minority languages for decades: the development of a nearby dominant language, the ease with which one gains access to a job with the dominant language, diglossia, the social perception of minority languages by the speakers themselves and by society in general in the territories or the lack of institutional support. The five minority languages analyzed (Mongolian, Tibetan, Uyghur, Zhuang and Leonese) have their own factors that have influenced them over time and that have marked the future of their use and development, but in many of them there are similarities that one you would not expect to find in such linguistically and geographically distant languages. The most hurt of these five minority languages is Leonese, which is in a situation of danger, but through this research we contrast the situation of revitalization, use and development of Mongolian, Tibetan, Uyghur, and Zhuang in China and, apart from pointing out the points weak in the use and development of these languages, we extract the strong points and the efficient measures that could benefit the Leonese from 10000km away. All minority languages are the linguistic vessel where the cultural value and the ways of looking at the world of a specific people are deposited. We must put aside the capitalist thought that rejects minority languages for not having economic benefit and value them for the cultural contribution they bring to the territory where they are spoken and, above all, we must bear in mind that letting a language die is to let die an enormous cultural legacy that would not only impoverish the territory where it is spoken but also the world. Also, we must value languages for what they are: elements of communication that transmit the culture of a people. They must never be used as political weapons. A synergy between state and regional governments and linguistic groups of speakers would improve the state of health of minority languages and prevent their decline and possible definitive loss. If we let a minority language die, the planet would lose a very valuable jewel of its great multilingual crown.
Databáze: OpenAIRE