CORRUPCIÓN Y DERECHOS HUMANOS EN LA ONU, EN SUS COLABORADORES Y EN SUS VIGILANTES CORRUPTION AND HUMAN RIGHTS IN THE UN, IN ITS COLLABORATORS AND IN ITS WATCHERS
Autor: | Maria Esther Martínez Quinteiro |
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Rok vydání: | 2019 |
Předmět: | |
Zdroj: | Caderno de Relações Internacionais. 10 |
ISSN: | 2179-1376 2447-1739 |
DOI: | 10.22293/2179-1376.v10i18.1030 |
Popis: | La ONU, que contempla entre sus misiones la de luchar contra la corrupción, fundó, el 14 de julio de 1997, la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), cuyo objetivo es luchar contra las drogas y las múltiples manifestacio-nes del crimen organizado transnacional, la corrupción y la prevención del terrorismo. Seis años después, la Asamblea General de la ONU aprobó (Resolución 58/4. 2003) su primer instrumento jurídicamente vinculante para combatir dicha lacra: la Convención de las Naciones Unidas Contra la Corrupción, que entró en vigor en diciembre de 2005. Se confió su desarrollo a Expertos y Grupos de Trabajo creados ad hoc, encargándose velar por su aplicación y asegurar su control a la bienal Conferencia de los Estados Parte, de carácter intergubernamental. Dada la frecuente dimensión transnacional de la corrupción o la no menos frecuente impunidad de la corrupción local allí donde los funcionarios carecen de controles internacionales, la iniciativa parece a todas luces necesaria y plausible. Desgraciadamente la eficacia de este mecanismo es relativa y su fiabilidad escasa dado que la ONU misma, sus funcionarios, sus colaboradores de la sociedad civil y hasta ciertas organizaciones autoerigidas en sus "vigilantes", no se libran de la corrupción que pretenden perseguir. Esto redunda en la erosión de los Derechos Humanos. |
Databáze: | OpenAIRE |
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