Popis: |
El monitoreo de volcanes que muestran actividad eruptiva de cualquier naturaleza es muy importante para anticipar una erupción inminente y en consecuencia, alertar oportunamente a las autoridades encargadas de la protección de la población potencialmente expuesta. Sin embargo, los volcanes en estado de quietud o reposo deben monitorearse de igual forma, con una red básica de instrumentos. Las razones para ello son múltiples: 1) conocer la actividad del volcán dormido o en reposo para reconocer eventuales cambios en el mismo que pueden indicar una reactivación; 2) el registro de actividad “secundaria” en medio de fases de actividad como son los procesos de remoción en masa, flujos de lodo o detrito (lahares), derrumbes (caída de rocas), deslizamientos, entre otros; 3) crear consciencia en la población y en autoridades de que la “montaña” es un volcán activo que puede representar un peligro para la población en su cercanía durante un proceso de reactivación y también en cualquier momento (procesos inter-eruptivos); 4) disponer de datos (de años) que permitan caracterizar al volcán. El Observatorio Sismológico y Vulcanológico (OSV) está en el proceso de crear un sistema de monitoreo semiautomatizado del volcán Pico de Orizaba, con apoyo del CENAPRED, UNAM-Juriquilla, y otros observatorios de volcanes con más experiencia como el Observatorio Vulcanológico de la Universidad de Colima y Centro de Monitoreo Vulcanológico y Sismológico (CMVS). |