Abstrakt: |
En su ensayo de 1980 “El país de cuatro pisos”, José Luis González obligó a la intelectualidad puertorriqueña a replantearse la historia e identidad cultural de su isla mediante un ejercicio de perspectiva. En este artículo quiero reflexionar sobre la forma sencilla y pedagógica en que González transforma grupos sociales en personajes ficticios y sucesos dramáticos en eventos históricos dentro de su novelística. Aunque los recursos narrativos que emplea González tengan parangón en los juegos literarios del Boom, la necesidad de ajustarse a un discurso histórico con claros horizontes políticos provoca que el narrador privilegie la alegoría como instrumento instructivo. |