Abstrakt: |
Resumen: Shock: El cóndor y el puma, dirigida por Andrés Lima y escrita en colaboración con Albert Boronat, Juan Cavestany y Juan Mayorga, es una ambiciosa adaptación de la primera parte del libro de Naomi Klein La doctrina del shock, en el que la autora expone las ideas neoliberales del Premio Nobel de Economía y profesor de la Universidad de Chicago, Milton Friedman. Shock escenificó la alegoría que utiliza Klein: la aplicación de shocks en la economía conlleva efectos secundarios que subvierten los valores democráticos. De forma similar, las terapias de electroshock provocan un cambio radical en la conducta del paciente, pero además eliminan sus recuerdos. Su adaptación como obra de teatro documental debía encarnar lo abyecto de estas operaciones en escena, tanto en la dramaturgia a partir de la transcripción de diálogos y declaraciones públicas, como en la creación de un ambiente opresivo con el diseño de escena y de sonido. A diferencia de otros ejemplos de teatro documental, Shock y su continuación estrenada en 2021, Shock 2, exploran la capacidad de la performance de imaginar un pasado que ayuda a explicar el presente, y así lo real se mezcla con la representación de los documentos o su imaginación ficticia.Abstract:Shock: El cóndor y el puma, directed by Andrés Lima and written in collaboration with Albert Boronat, Juan Cavestany, and Juan Mayorga, is an ambitious adaptation of the first part of Naomi Klein’s bestseller The Shock Doctrine, in which she exposes the neoliberal ideas of Milton Friedman, Nobel Prize in Economics recipient and professor at the University of Chicago. Shock staged the allegory used by Klein: the application of shocks in the economy entails side effects that subvert democratic values. Similarly, electroshock therapies cause a radical change in the patient’s behavior, but also eliminate their memories. This adaptation as documentary theater piece was to embody the abjectness of these operations on stage, both in the dramaturgy based on the transcription of dialogues and public statements, as well as in the creation of an oppressive atmosphere with the stage and sound design. Unlike other examples of documentary theater, Shock and its sequel Shock 2—premiered in 2021—explore the capacity of performance to imagine a past that helps to explain the present, in which the real is mixed with the representation of the documents or their fictitious imagination. |