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Introduction: Ototoxicity occurs in different percentages in patients after treatment with platinum-based chemotherapy or cranial radiation therapy. The aim of this study was to present our experience in ototoxicity monitoring. Material and methods: A review was made of the registry of paediatric cancer patients referred to the Children’s Hearing Loss Unit from 1999 to 2019. Results: Of the 46 patients referred to this unit, 41 had received platinum as part of their treatment, 17 patients underwent neurosurgery, and 18 patients received cranial radiation therapy. An anamnesis and otoscopy were performed on all of them, and the monitoring was carried out with tone-verbal audiometry and/or distortion products. Hearing loss was observed in eight patients (21.05% of patients referred for audiological follow-up) as a consequence of the treatment. It was impossible to determine the audiological situation in eight patients at the end of treatment. Hearing aid adaption was necessary in two patients. In coordination with Paediatric Oncology, a change from cisplatin to carboplatin due to bilateral grade two ototoxicity was considered appropriate during treatment in one patient. Conclusion: Adequate coordination with Paediatric Oncology is essential to carry out active surveillance for ototoxicity and to modify, if possible, the dosage or type of chemotherapy in case hearing is affected. In our experience, and following current recommendations, a pre-treatment assessment is usually performed, as well as monitoring during treatment, at the end of treatment, and annually thereafter due to the risk of a later development of hearing loss. Resumen: Introducción: La ototoxicidad se presenta en diversos porcentajes según estudios tras el tratamiento con quimioterapia basada en platino y/o radioterapia craneal. El objetivo es mostrar nuestra experiencia en la monitorización de la ototoxicidad. Material y métodos: Se realizó una revisión del 1999 al 2019 en el registro de pacientes oncológicos pediátricos de nuestro hospital y remitidos a la Unidad de Hipoacusia Infantil. Resultados: 46 pacientes fueron remitidos a nuestra unidad. 41 pacientes recibieron platinos como parte de su tratamiento, 17 pacientes fueron sometidos a una intervención neuroquirúrgica y 18 pacientes recibieron radioterapia craneal. A todos se les realizó una anamnesis y otoscopia, y la monitorización se llevó a cabo con una audiometría tono-verbal y/o productos de distorsión. Se objetivó una hipoacusia como secuela del tratamiento en ocho pacientes (21,05% de los pacientes remitidos para seguimiento audiológico). Fue imposible determinar la situación audiológica al finalizar el tratamiento en ocho pacientes. La adaptación audioprotésica fue necesaria en dos pacientes. En la coordinación con Oncología Pediátrica, se consideró oportuno el cambio de cisplatino por carboplatino por ototoxicidad importante durante el tratamiento en un único paciente. Conclusión: Es imprescindible una adecuada coordinación con Oncología Pediátrica para realizar una vigilancia activa de la ototoxicidad y modificar, si es posible, la dosificación o el tipo de quimioterápico en caso de verse afectada la audición. En nuestra experiencia, y siguiendo las recomendaciones actuales, realizamos una valoración pretratamiento, una monitorización durante el tratamiento, al finalizarlo y después de forma anual por el riesgo de desarrollo diferido de una hipoacusia |