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The problem of carbapenemase-producing Enterobacteriaceae (CPE) was exacerbated by the COVID-19 pandemic in countries with a previous high incidence, such as Argentina. This study describes the development and results of a CPE prevention program, mainly carbapenemase-producing Klebsiellas (KPC), in three critical units of two public hospitals during 6 months of the pandemic.The objective was to reduce the incidence of KPC in clinical and colonization samples. This quasi-experimental study was based on a cycle of improvement and implementation of three measures: hand hygiene, environmental hygiene, and periodic surveillance with rectal swabs.Regarding the measures, all the units optimized active surveillance, and two of these also improved hand and environmental hygiene. Comparing the pre- and post-intervention periods in the three units, no significant change was observed in the rate of KPC positive clinical samples. KPC colonization was significantly reduced in two units (unit 2: 51.6-18.5 p 0.0004, unit 3: 62.5-5.2 p0.0000001). All units showed a downtrend in both rates towards the end of the study.Containing or reducing the advance of the KPC in our region is possible even in difficult scenarios such as the pandemic. More studies are needed in low- and middle-income countries to demonstrate the impact of KPC prevention programs in these situations.Introducción: La problemática de las enterobacterias productoras de carbapenemasas (EPC) se exacerbó con la pandemia por COVID-19 en países con una incidencia previa elevada, como la Argentina. Este estudio describe el desarrollo y resultados de un programa de prevención de EPC, fundamentalmente Klebsiellas productoras de carbapenemasas (KPC), en tres unidades críticas de dos hospitales públicos durante 6 meses de la pandemia. Métodos: El objetivo fue reducir la incidencia de KPC en muestras clínicas y de colonización. Este estudio, quasi experimental, se basó en un ciclo de mejora e implementación de tres medidas: higiene de manos, higiene ambiental y vigilancia periódica con hisopados rectales. Resultados: Respecto a las medidas, todas las unidades mejoraron la vigilancia activa y dos de estas tuvieron además mejoría en la higiene de manos e higiene ambiental. Comparando los períodos pre y post intervención en las tres unidades no se observaron cambios significativos en la tasa de muestras clínicas KPC positivas. Se logró disminuir en forma significativa la colonización por KPC en dos unidades (unidad 2: 51.6-18.5 p 0.0004, unidad 3: 62.5-5.2 p0.0000001). Todas las unidades mostraron hacia el final del estudio una tendencia al descenso en ambas tasas. Conclusión: Contener o reducir el avance de KPC en nuestra región es posible incluso en escenarios difíciles como el de la pandemia. Se necesitan más estudios en países de ingresos bajos y medianos, para demostrar el impacto de los programas de prevención de KPC en estas situaciones. |