Popis: |
Introducción. La revalorización de un tiempo de disfrute compartido en las familias, que suponga una oportunidad para el encuentro lúdico-educativo y las relaciones dialógicas, junto al amplio abanico de actividades de ocio que se potencian en una sociedad consumista, induce a cuestionarnos cuáles de ellas forman parte de la microcultura familiar. Además, la sensibilidad contextual del ocio se hace extensible al ámbito familiar, de manera que las variables de índole socioeconómico-cultural asociadas a este agente educativo condicionan el perfil de ocio que se ejerce. Metodología. Con el objetivo de conocer si existen diferencias significativas en la práctica de las diferentes tipologías de actividades de ocio familiar en función del tipo de familia, la persona que responde el cuestionario y el número de libros en el hogar, se realizó un estudio descriptivo-inferencial, transversal, no experimental y cuantitativo en el que participaron 407 familias con hijos/as en el segundo tramo de Educación Primaria cumplimentando un cuestionario acerca de las tipologías de actividades que éstos practicaron, extrayendo, a través del programa SPSS los estadísticos descriptivos e inferenciales con las variables sociodemográficas objeto del estudio. Resultados. De las 16 actividades contempladas en el cuestionario, el visionado de televisión y las comidas conjuntas son las más frecuentes frente a las deportivas comunitarias, al aire libre y acuáticas, encontrando diferencias significativas en función del tipo de familia, la persona que cumplimenta el cuestionario y el número de libros que hay en el hogar, siendo las familias nucleares, cuando el cuestionario es cumplimentado por la madre o los hogares con más de 100 libros aquellos que tienen una práctica más diversificada. Discusión. Los resultados coinciden con otros estudios al encontrar que las prácticas de ocio familiar están disminuyendo y son menos diversificadas ante la existencia de una sociedad en las que los seres humanos son presos de su ámbito laboral, mermando otros agentes como, en este caso, la familia. Además, persiste una feminización del ocio familiar, recayendo todo el peso sobre la figura de la madre, lo cual resulta más estresante cuando esta se halla en situación monofamiliar. Conclusiones. De esta forma, se pone el alza el papel de las instituciones sociales, de medicina de atención primaria-familiar y los centros educativos como agentes encargados de educar respecto al ocio familiar a cada uno de los miembros de las familias desde sus diferentes vías de participación y asesoramiento. Introduction. Shared leisure time in families represents an opportunity for playful-educational encounters and dialogical relationships. In addition, a wide range of leisure activities are being promoted in consumerist societies. The reassessment of shared leisure time in families leads us to ask which leisure activities are part of a family’s microculture. The contextual sensitivity of leisure also applies to family environments. Therefore, family socio-economic and cultural variables condition family leisure profiles. The study objective was thus to uncover any significant differences in types of family leisure activities according to: type of family, person answering the questionnaire, and the number of books in the household. Methodology. A descriptive-inferential, cross-sectional, non-experimental, and quantitative study was conducted. A total of 407 families with children in the second stage of Primary Education took part in the study and filled a questionnaire on the types of activities. Using the SPSS programme, we proceeded to extract the descriptive and inferential statistics together with the socio-demographic variables under study. Results. Of the 16 activities contemplated in the questionnaire, television viewing and joint meals were the most frequent compared to community, outdoor and water sports. Significant differences were found depending on the type of family, the person completing the questionnaire, and the number of books in the household. The widest ranges of practices were found in nuclear families, when the questionnaire was completed by the mother, or in households with more than 100 books. Discussion. The results were compatible with that of other studies that have found a lower number and narrower range of family leisure practices in societies in which individuals are bound by their work environment, reducing the amount of time they can spend with other agents, such as the family in this case. Moreover, family leisure was persistently feminised: all the burden fell on mothers, and mothers in single-parent situations suffered greater stress. Conclusions. It is worth highlighting the important role of social institutions, primary care-family medicine and schools in educating each family member on family leisure through their different means of participation and counselling. |