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Introducción y objetivo: Existe una gran variedad de colgajos cutáneos empleados en la reconstrucción de defectos quirúrgicos faciales tras la extirpación de grandes tumores, sin embargo la elección del más adecuado debe ser cuidadosa para lograr una buena recuperación estética y funcional. Se pueden clasificar según el método de transferencia o por su vascularización, sin embargo, hay autores que los clasifican en función de su utilidad en cada una de las distintas unidades estéticas faciales. De esta forma, podremos disponer de colgajos giratorios (rotación, transposición o interpolación), de avance (con pedículo único, bipediculado o en Y-V) o colgajos en bisagra. Dentro de las unidades estéticas faciales, nos centraremos en la mejilla, en concreto en la parotídea. Los defectos en esta zona pueden variar en profundidad y hacerlos coincidir con el contorno del tejido circundante supone un desafio. El cierre de primera intención a través de las líneas de tensión con la piel relajada es la opción reconstructiva más simple para defectos pequeños, sin embargo, defectos medianos y grandes requieren la cobertura de un colgajo local. Método: Presentamos tres casos de reconstrucción con colgajos de avance tras parotidectomías ampliadas. El primero de ellos se trata de una mujer de 78 años con una tumoración parotídea derecha de aproximadamente 7 cm que infiltra tejido celular subcutáneo, piel, masetero y arteria carótida externa ipsilateral con diagnóstico histológico de carcinoma epidermoide de parótida. El segundo, se trata de un varón de 84 años con tumoración pétrea parotídea izquierda, exteriorizada y fistulizada de aproximadamente 5 cm, que infiltra CAE cartilaginoso, VII par izquierdo, músculo temporal, apófisis cigomática izquierda, carótida derecha y hueso timpanal ipsilateral. La tercera, se trata de una mujer de 79 años con antecedente de parotidectomia superficial por carcinoma adenoide quístico con nueva tumoración de 3 cm que infiltra piel. Resultados: En todos los casos se realizaron parotidectomias ampliadas, con vaciamiento cervical funcional ganglionar izquierdo y exéresis de CAE cartilaginoso en el segundo caso. Debido a la extensión del tumor, en este caso, fue necesaria la desperiostización de la apófisis cigomática llegando casi hasta la fosa infratemporal, donde se comprobó la infiltración tumoral de periostio cigomático-temporal. Los dos primeros casos precisaron la ligadura de la arteria carótida externa, maxilar interna y temporal superficial. La reconstrucción del defecto facial se llevo a cabo con colgajos de rotación. El postoperatorio fue favorable, manteniendo el colgajo buen aspecto. Los dos primeros casos fueron tratados con radioterapia adyuvante con buen control de la enfermedad. Discusión y conclusiones: Debemos conocer las opciones de reconstrucción facial con colgajos locales para resecciones de lesiones amplias en las que no sea posible estéticamente o funcionalmente un cierre directo. Deberemos de tener en cuenta las características de la piel donde se encuentra el defecto y de la región donante. |